TOKIO.- El subdirector del Banco de Japón, Kikuo Iwata, anunció hoy la
posibilidad de reformar nuevamente la política monetaria nacional en
caso de que la desaceleración en las economías emergentes perjudique el
objetivo de crecimiento del país.
El experto manifestó que la economía nipona va bien encaminada para
alcanzar la meta de elevar la inflación hasta el dos por ciento.
Además aseveró que la reciente caída de los precios al consumidor a nivel nacional se debió al descenso de los costos de la energía.
Iwata señaló que un ajustado mercado laboral incrementará los salarios y apuntalará el gasto de los hogares, y agregó que se espera que las empresas usen sus ganancias corporativas en gastos de capital.
También advirtió que había fuertes riesgos a la baja en las perspectivas de las exportaciones y la producción, debido a la desaceleración del crecimiento de las naciones emergentes.
El subdirector del la entidad monetaria nipona reconoció que un empeoramiento de la situación financiera de esos estados generaría efectos negativos en la economía de Japón y consecuentemente atentaría contra las tendencias de la inflación.
Ante esa posibilidad, Iwata reiteró la intención de su institución para reajustar la política monetaria en el país.
En el tercer trimestre del año, la economía nipona se mantuvo en recesión al mostrar una contracción del 0,2 por ciento del Producto Interno Bruto, tras bajar otras dos décimas en el corte anterior.
Esta evaluación fue el segundo retroceso consecutivo luego de que el Banco de Japón comenzara su programa de estímulos masivos a las finanzas nacionales. Ante los resultados, el gobierno anunció un presupuesto suplementario para el presente ejercicio fiscal cuya dotación oscilará entre los tres y los 3,5 billones de yenes (23.000 y 27.000 millones de euros).
El mecanismo intentará revitalizar la economía mediante la financiación de medidas sociales entre las que destaca el aumento del salario mínimo anual en un tres por ciento, según medios especializados.
Dichas fuentes indicaron que el menor sueldo en el país actualmente es de 798 yenes (6,15 euros) por hora, y se espera llegue a los mil yenes (7,8 euros) por hora en 2020.
Además aseveró que la reciente caída de los precios al consumidor a nivel nacional se debió al descenso de los costos de la energía.
Iwata señaló que un ajustado mercado laboral incrementará los salarios y apuntalará el gasto de los hogares, y agregó que se espera que las empresas usen sus ganancias corporativas en gastos de capital.
También advirtió que había fuertes riesgos a la baja en las perspectivas de las exportaciones y la producción, debido a la desaceleración del crecimiento de las naciones emergentes.
El subdirector del la entidad monetaria nipona reconoció que un empeoramiento de la situación financiera de esos estados generaría efectos negativos en la economía de Japón y consecuentemente atentaría contra las tendencias de la inflación.
Ante esa posibilidad, Iwata reiteró la intención de su institución para reajustar la política monetaria en el país.
En el tercer trimestre del año, la economía nipona se mantuvo en recesión al mostrar una contracción del 0,2 por ciento del Producto Interno Bruto, tras bajar otras dos décimas en el corte anterior.
Esta evaluación fue el segundo retroceso consecutivo luego de que el Banco de Japón comenzara su programa de estímulos masivos a las finanzas nacionales. Ante los resultados, el gobierno anunció un presupuesto suplementario para el presente ejercicio fiscal cuya dotación oscilará entre los tres y los 3,5 billones de yenes (23.000 y 27.000 millones de euros).
El mecanismo intentará revitalizar la economía mediante la financiación de medidas sociales entre las que destaca el aumento del salario mínimo anual en un tres por ciento, según medios especializados.
Dichas fuentes indicaron que el menor sueldo en el país actualmente es de 798 yenes (6,15 euros) por hora, y se espera llegue a los mil yenes (7,8 euros) por hora en 2020.
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