NAIROBI.- La 10ª conferencia ministerial de
la Organización Mundial de Comercio (OMC), la primera organizada en
África, finalizó este sábado en Nairobi con la constatación del fracaso
de la ronda de Doha, aunque logró avances en cuanto al tema de las
subvenciones a las exportaciones agrícolas.
A pesar de la
prolongación durante 24 horas de las discusiones, los 162 países
miembros de la OMC solamente pudieron constatar su desacuerdo sobre el
camino a seguir respecto a la ronda de Doha, desde hace 14 años en un
callejón sin salida.
La agenda de Doha, ya una "vieja historia" de
la OMC, tenía por objetivo liberalizar el comercio mundial sobre una
base multilateral, con beneficios particulares para los países en
desarrollo.
La declaración final adoptada en esta jornada en
Nairobi reconoce a la vez que algunos Estados miembros están
"completamente determinados" a llegar hasta el final de la ronda de
Doha, pero que otros no lo están, al considerar que "son necesarios
nuevos acercamientos para obtener resultados significativos en las
negociaciones multilaterales".
"Los miembros tienen opiniones
divergentes sobre la manera de cómo llevar las negociaciones", indica la
declaración, que así constata el fracaso en reconciliar a quienes
desean continuar negociando a cualquier precio, aunque los avances sean
modestos, con quienes quieren introducir nuevos sujetos en las
negociaciones.
El representante estadounidense, Michael Froman,
casi firmó el acta de defunción de la ronda de Doha al considerar que:
"si las opiniones continúan siendo tan divergentes entre los miembros de
la OMC, está claro que en Nairobi se abrió una nueva era de la OMC".
En
cambio, la conferencia alcanzó un acuerdo sobre las subvenciones a las
exportaciones del sector agrícola. Los países desarrollados deberán
renunciar a estas subvenciones desde este mismo momento y los países en
desarrollo a partir de 2018.
La comisaria europea de Comercio,
Cecilia Malmström, se congratuló de que "la Unión Europea (UE) concluyó con
éxito lo que esperaba obtener", declaró, estimando que la conferencia
fue "capaz de ofrecer un buen acuerdo a los países en desarrollo".
Estados
Unidos también consideró que las medidas adoptadas en Nairobi
favorecerán "la integración de los países en desarrollo -en particular
de los Países Menos Avanzados (PMA)- en el sistema comercial
multilateral".
Nairobi también permitió establecer un calendario
de puesta en marcha de un acuerdo con el objetivo de eliminar los
derechos aduaneros a 201 productos de tecnología informática, cuyo
comercio mundial está avaluado en unos 1.300.000 millones de dólares
(unos 1.200.000 millones de euros) por año.
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