LISBOA.- El primer ministro
portugués, el socialista António Costa, reconoció que la resolución del
Banco Internacional de Funchal (Banif) tiene "un coste muy elevado para
los contribuyentes", aunque lo consideró la mejor opción dadas las
circunstancias.
Costa se dirigió en una intervención televisada al país a medianoche
-sin derecho a preguntas de los periodistas- para explicar la solución
adoptada para el Banif, vendido al español Banco Santander a cambio de
150 millones de euros.
El líder del Ejecutivo portugués insistió en que la vía escogida "es
la que mejor defiende el interés nacional", y durante su discurso dejó
críticas al anterior Gobierno, de signo conservador, por no haber
afrontado el problema cuando surgió.
El primer ministro -que entró en funciones hace tres semanas- subrayó
que la decisión adoptada "protege la economía, los ahorros de los
depositantes, los puestos de trabajo y la estabilidad del sistema
financiero".
"Esta opción tiene como ventaja que supone una solución definitiva
para el problema. El Estado portugués no estará sujeto a pérdidas
futuras", señaló Costa, quien ya anunció que colaborará con el
Parlamento para esclarecer lo ocurrido en el Banif, cuya resolución
acabará por tener impacto en las cuentas públicas.
"Aunque la resolución de una institución bancaria es dolorosa y otra
vez costosa para los contribuyentes, este lunes las oficinas abrirán con
normalidad sobre la responsabilidad de una entidad bancaria -el español
Banco Santander- conocida y creíble", incidió.
El primer ministro aseguró que sólo supo de la "situación de
urgencia" que atravesaba el Banif cuando tomó posesión, a finales de
noviembre, pese a que ésta era conocida por sus antecesores en el cargo
"desde hace más de un año".
Costa recordó que la Comisión Europea (CE) investigaba durante los
últimos meses si la inyección de capital que dio el Estado a este banco
en 2013 -de 1.100 millones de euros- era legal.
En su discurso, reveló que la CE dio de plazo a las autoridades lusas
hasta el mes de marzo pasado para presentar "un plan creíble de
reestructuración del Banif", y sin embargo "pasados nueve meses de esa
fecha límite nada estaba solucionado".
"Eso condujo a que la CE instase a las autoridades nacionales a
presentar hasta el final del día de hoy una solución (...) Además, a
partir del 1 de enero existirán condiciones más gravosas para la
resolución bancaria en la UE, incluyendo incluso la penalización de
muchos depositantes, lo que exigió de este Gobierno la mayor urgencia
para resolver el problema", argumentó.
En su opinión, la operación se ejecutó "en condiciones adversas", lo
que acabó por reflejarse en su elevado coste para el erario público.
El Banco de Portugal anunció hoy la venta de la actividad del Banif y
de la mayor parte de sus activos y pasivos al Banco Santander Totta
(filial del grupo en suelo luso) por 150 millones de euros.
El organismo precisó que será transferida al grupo español "la
generalidad de la actividad del Banif a excepción de activos
problemáticos, que serán trasladados a un vehículo de gestión de
activos".
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