LISBOA.- El nuevo Gobierno
socialista de Portugal afirmó hoy en el Parlamento que es "de interés
nacional" mantener el déficit público a raya (menos del 3 %) y adelantó
que pedirá a la Unión Europea (UE) ayuda para reforzar la educación y la
justicia.
En su debut en el Parlamento como primer ministro de Portugal,
António Costa explicó su programa antiausteridad en la víspera de que el
opositor centro-derecha intente forzar la dimisión del gabinete con una
"moción de rechazo", que previsiblemente no saldrá adelante debido a la
mayoría absoluta de la izquierda.
Durante el debate, el jefe de Gobierno y líder del Partido Socialista
(PS) defendió la legitimidad de su alianza parlamentaria con el
marxista Bloque de Izquierda, el Partido Comunista (PC) y el ecologista
Los Verdes y subrayó el compromiso de cerrar el déficit en menos del 3
%.
Según Costa, "es del estricto interés nacional que nada ocurra
durante los próximos 29 días que pueda perturbar un objetivo que todo el
país apoya, que es que el país pueda salir del procedimiento por
déficit excesivo", lo cual evitará posibles sanciones europeas.
El primer ministro se refirió a los últimos 15 años de la UE y
reconoció "la dificultad de adaptación" de Portugal en ese periodo,
lastrado por "una unión económica y monetaria incompleta" y por la
ampliación al este de Europa.
"Cerrado el proceso de ajuste" presupuestario, señaló Costa, "hay que
dar un paso al frente" en el que se propondrá a la UE un programa que
haga hincapié en los "bloqueos" a la competitividad portuguesa en
sectores como la educación y la justicia, entre otros.
De acuerdo con Costa, "esta es nuestra forma de estar en una Europa solidaria, pero no de una forma pasiva".
El centro-derecha ha alertado de que la deuda y el déficit se
dispararán con medidas como la recuperación salarial de los funcionarios
o la actualización de la mayoría de las pensiones, aspectos que
integran el plan económico del PS.
"La deuda va a crecer, el déficit no se entiende cómo no va a
aumentar. Vamos a pagar la factura de ahuyentar la inversión, la factura
de esta aventura, que es una experiencia peligrosa", advirtió el
portavoz del centro-derechista Partido Social Demócrata (PSD), Luís
Montenegro, quien recordó la falta de legitimidad del Gobierno
socialista.
El PS, el Bloque de Izquierda, el PC y Los Verdes presentaron una
"moción de rechazo" para forzar el pasado 10 de noviembre la dimisión
del centro-derechista Pedro Passos Coelho, que había sido reelegido tras
ganar los comicios del 4 de octubre, aunque sin mayoría suficiente.
La portavoz del Bloque, Catarina Martins, dejó de lado su habitual
beligerancia con los distintos gobiernos y pidió a Costa plazos para
acabar con la precariedad laboral.
"¿Qué puede esperar del nuevo Gobierno quien está ahora terminando
los estudios y quiere trabajar?", preguntó Martins, cuyo partido es
aliado en la UE del Syriza griego y el Podemos español.
El líder de los comunistas, Jerónimo de Sousa, reconoció que el
programa socialista no cumple íntegramente con los objetivos del PC,
pero consideró que es un buen primer paso.
"Es cierto que este no es un programa del PC, es del Gobierno del PS,
que reconoce que estuvieron equivocadas las políticas de los últimos
años. Tomamos nota de la voluntad del cambio", indicó De Sousa.
Entre las medidas que pretende implementar el nuevo Ejecutivo con
apoyo de la izquierda radical, destaca la retirada gradual de los
recortes salariales a los funcionarios hasta su supresión total a
finales del año, recuperar la semana laboral de 35 horas tras ser
aumentada a 40 a mediados de 2013 y descongelar las pensiones.
En su discurso, Costa confirmó otra de las medidas pactadas: el
aumento del salario mínimo de 505 euros mensuales hasta 600 al final de
la legislatura, en 2019.
También adelantó que se movilizarán 100 millones de euros de fondos
comunitarios pertenecientes al programa europeo Portugal 2020 en los
primeros cien días del Gobierno socialista para combatir la precariedad y
la burocracia y apoyar a las empresas.
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