PEKÍN.- Los datos de la actividad
económica de China resultaron más fuertes de lo esperado en noviembre,
con un repunte en la producción de las fábricas hasta un máximo de cinco
meses, lo que indica que una serie de medidas de estímulo de Pekín
podría haber puesto suelo a una economía frágil.
Sin embargo, los analistas creen que se necesitan más
medidas para contrarrestar el persistente lastre de un mercado
inmobiliario en proceso de enfriamiento, los riesgos derivados de los
altos niveles de deuda interna, y la debilidad de la demanda mundial, en
un momento en que los mercados financieros se preparan para subidas de
tipos de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos.
"Las tasas de interés reales siguen siendo altas debido
a la caída de los precios de producción", dijo Wang Jun, economista
senior del instituto de análisis económico CCIEE (por sus siglas en
inglés), con sede en Pekín.
"Todavía es necesario recortar las tasas de interés para apoyar el crecimiento económico y combatir la deflación".
La producción de las fábricas creció un 6,2 por ciento
anual en noviembre, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas,
lo que supone una aceleración desde el 5,6 por ciento de octubre y
supera las expectativas, que apuntaban a un 5,6 por ciento.
La inversión en activos inmovilizados de China, uno de
los principales motores de la economía, subió un 10,2 por ciento en los
primeros 11 meses del año, sin cambios respecto al incremento de
enero-octubre, y por encima del 10,1 por ciento de aumento esperado.
Las ventas minoristas crecieron un 11,2 por ciento
anual en noviembre - la expansión más fuerte registrada este año - en
comparación con el 11,0 por ciento de octubre. Los analistas habían
pronosticado un crecimiento del 11,1 por ciento en noviembre.
Los datos llegan después de conocerse esta semana
indicadores débiles de comercio exterior e inflación, que subrayaron el
persistente bache en la economía.
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