sábado, 19 de diciembre de 2015

Las potencias emergentes podrán alzar su voz en el FMI

WASHINGTON.- Tras años de oposición, el Congreso de Estados Unidos levantó definitivamente sus barreras a las reformas del FMI que le dan más peso a las potencias emergentes en el seno de ese organismo de 188 países que es un baluarte para naciones en crisis. China, India y Rusia pronto podrán hablar en voz alta en el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La reforma del FMI fue incluida en la ley presupuestal aprobada por el Congreso y ahora solo falta que el presidente Barack Obama firme su homologación.
Adoptada en 2010 por la comunidad internacional, las reformas debían comenzar a implementarse dos años después.
Sin embargo, Estados Unidos, por lejos el miembro con mayor derecho a voto del FMI, se convirtió en un escollo: para consternación del FMI, el Congreso estadounidense se rehusaba a implementar esa reforma.
El bloqueo generó choques entre la administración de Obama y la oposición republicana que controla el Congreso.
Los republicanos rechazaban el más mínimo gesto en favor del FMI, en particular porque lo consideraban demasiado generoso en situaciones como las que enfrentó Grecia.
En los últimos años, toda reunión internacional invariablemente clamaba por sacar a la reforma del FMI del estancamiento.
El asunto se tornó aún más bochornoso para Washington desde que Estados Unidos fue uno de los primeros que en 2010 pidió cambios en el FMI en medio de la crisis financiera mundial.
Al cierre de su cumbre en Turquía el mes pasado, el Grupo de los 20, que reúne a las mayores economías mundiales, dijo en una declaración que "permanecía profundamente decepcionado" por la demora en la reforma y demandó a Estados Unidos que la ratificara lo antes posible.
El prolongado estancamiento también llevó a que el grupo conocido como BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) buscara una alternativa y así lanzó en julio de 2014 su propio fondo monetario y su propio banco de desarrollo.
La aprobación del Congreso estadounidense seguramente atenuará sus frustraciones con el FMI; una entidad de 70 años dominada por Estados Unidos, Europa y Japón. También es una alivio para Obama pues ahora tiene un problema menos.
Las reformas con cruciales para el FMI. Ellas apuntan a duplicar a unos 660.000 millones de dólares su volumen de reservas para socorrer a países en crisis.
La luz del verde del Congreso, le permitirá así al FMI dejar de lado las maniobras que debía hacer para mantener sus finanzas y, a la vez, tener fondos suficientes para auxiliar a los socios en problemas.
La reforma modifica ligeramente la integración del comité de administración del FMI, organismo decisivo para resolver las urgencias de los países.
En adelante se reducirá la representación de economías avanzadas, especialmente de Europa, y se le da más voz a potencias emergentes.
Actualmente China, la segunda mayor economía del mundo, tiene menos de 4% de derechos de voto; solo un poco más que Italia cuya economía es cinco veces más chica.
Cuando rija la reforma, China aumentará a más de 6% sus derechos de voto y fue el país que más ganó. India, por ejemplo, pasó de 2,3% a 2,6%.
La decisión estadounidense es también una victoria personal de la directora gerente del FMI Christine Lagarde. Batalló tanto por la reforma que, en broma, llegó a decir que bailaría "la danza del vientre" si fuera necesario para ponerla en marcha.
La reforma no obstante no soluciona todos problemas de representación del FMI. Con 16,5% de los derechos de voto, Estados Unidos sigue siendo el mayor cuotapartista del FMI y mantiene su poder de veto.
"Las reformas del FMI eliminan una mancha en la legitimidad de la institución", dijo Eswar Prasad, ex funcionario del FMI.
"Sin embargo, no se borrarán fácilmente las cicatrices causadas por la prolongada demora en ratificarlas y ponerlas en marcha", añadió.

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