BANGKOK.- Los mercados
bursátiles del Sudeste Asiático, salvo el de Ho Chi Minh (antigua
Saigón), cerraron hoy un año volátil que ha ofrecido pobres resultados a
los inversores, con retrocesos de entre el 3,85 % y un 14,34 % en esos
doce meses.
La desaceleración de la economía china y las vacilaciones de la
Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos para ajustar los tipos de
interés, la primera subida desde 2006, marcaron los compases de las
jornadas bursátiles durante el segundo semestre de 2015.
La crisis de la deuda griega (que inquietó principalmente entre enero
y julio), la fortaleza del dólar y la caída de los precios de las
materias primas y del barril de petróleo contribuyeron a las pérdidas
sufridas por la mayoría de los parqués del Sudeste Asiático.
El precio del crudo de referencia en Estados Unidos ha descendido
casi un 30 % desde enero por el exceso de oferta y las dudas sobre el
estado de la economía de grandes consumidores, como China.
La primera mitad de diciembre tuvo a los mercados pendientes de la
reunión de la Fed (15 y 16), era la última del año, y la segunda mitad
del mes la atención de los inversores recayó en la debilidad del precio
del crudo.
Así las cosas, la Bolsa de Valores de Singapur ha perdido un 14,34 %
desde que arrancó 2015, aunque subiese un 0,94 % en diciembre.
La Bolsa de Valores de Yakarta ha retrocedido un 12,13 % este año,
pese a recuperar un 3,30 % en diciembre, y la de Kuala Lumpur ha mermado
un 3,90 % en 2015, con una subida del 1,22 % en el último mes del año.
La de Bangkok ha descendido un 14,00 % desde enero, a lo que ha
contribuido un retroceso del 5,27 % en diciembre, mientras la de Manila
ha logrado contener las pérdidas anuales en el -3,85 %, tras avanzar un
0,36 % en diciembre.
La plaza financiera de Ho Chi Minh ha sido la única en escapar a la
tendencia general con una subida anual del 5,94 %, de la que el 0,84 %
ha sucedido en diciembre.
En resumen: un año pobre en resultados y que pone a los mercados
bursátiles del Sudeste Asiático más en la senda de Wall Street que en la
de Tokio, Seúl y Shanghái (China), que acabaron 2015 con subidas del
9,07 %, 2,39 % y 9,41 %, respectivamente.
Las proyecciones de algunos analistas para 2016 auguran tiempos
agitados: las economías del Sudeste Asiático se desaceleran al ritmo del
gigante asiático, con la excepción de Vietnam, y la subida de los tipos
de interés en Estados Unidos les afecta negativamente.
La decisión de la Fed en su reunión de diciembre pasado, de subir los
tipos un cuarto de punto, no dejó muy claro qué pasará en 2016, un año
en el que además los estadounidenses tienen elecciones presidenciales.
"Los mercados bursátiles asiáticos sufrirán durante alrededor de seis
meses antes de recobrarse, cuando la recuperación de Estados Unidos
empiece a empujar de la economía mundial", vaticinó Wayne Arnold en la
web MarketWatch.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció el 22 de
diciembre último el dato definitivo del producto interior bruto (PIB)
del país en el tercer trimestre, que subió el 2 %.
China volverá a ser un mercado fundamental para el Sudeste Asiático
que beneficiará a aquellas empresas que alimenten la demanda de sus
1.350 millones de consumidores, como la de ropa y calzado fabricado en
Tailandia y Vietnam, y perjudicará a los que proporcione materias
primas, como el carbón indonesio y el aceite de palma malasio.
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