sábado, 26 de diciembre de 2015

Los bonos españoles ocultan el coste real del riesgo político

LONDRES.- Los precios de los bonos españoles están ocultando el verdadero coste del riesgo político. El resultado incierto de las elecciones generales del 20 de diciembre parece haber irritado a poco a los mercados de bonos. No obstante, las bolsas han dado una advertencia que vale la pena tener en cuenta.

No está nada claro quién gobernará España después de que el Partido Popular que hasta ahora tenía mayoría absoluta se quedara muy lejos de repetir resultado. La rentabilidad de los bonos españoles a 10 años subió en 0,1 puntos porcentuales en los dos días posteriores a los comicios. Pero la prima de riesgo respecto a la deuda alemana el 22 de diciembre sólo había subido 0,05 puntos porcentuales, al 1,2 por ciento, un niivel inferior al de finales de noviembre. Las bolsas han tenido un peor trago. Bancos como Caixabank cayeron un 8 por ciento. Las acciones de Endesa bajaron un 4,3 por ciento.
No sólo en España los inversores de bonos están ingnorando los riesgos políticos. La prima de riesgo de Portugal saltó un 0,45 puntos porcentuales tras sus elecciones inconclusas, pero desde entonces ha caído y ahora está más baja que a principios de enero, al contrario que en Italia en 2013, cuando un impasse electoral trajo una subida de la prima de riesgo de tres puntos porcentuales.
Puede haber una explicación racional. Los inversores de bonos podrían esperar que las normas presupuestarias europeas mantengan los déficit de los gobiernos a raya. La economía de España también está creciendo bastante para los estándares europeos. También existe una razón menos reconfortante: los precios de los bonos están muy influidos por el programa de compra de bonos del Banco Central Europeo. 
Aun así los accionistas -especialmente de bancos y eléctricas- están directamente expuestos si se adoptan políticas populistas. Los inversores, ante una mayor incertidumbre demandarán un mayor retorno, lo que a su vez afectará a las valoraciones.
Analistas de Kepler Cheuvreux subieron su estimación del coste medio ponderado de capital de energéticas españoles en un punto porcentual. Todas las empresas, no solo las energéticas, podrían posponer sus inversiones y contratación debido a la incertidumbre o si piensan que una coalición de izquierdas podrían dar marcha atrás a reformas, dañando su confianza.
Mientras, los ratios de deuda del Gobierno son muy altos. Citigroup espera que el endeudamiento de España baje al 96 por ciento del PIB para 2020 desde el 100 por 100 en 2015. Pero ese escenario asume una recuperación estable y un déficit cada vez menor. El estancamiento político no ayudará. Los mercados de bonos parecen complacientes.

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