jueves, 10 de diciembre de 2015

Macri, ya presidente de Argentina, condena la corrupción y los jueces militantes


BUENOS AIRES.- Mauricio Macri juró este mediodía el cargo de presidente de Argentina ante la Asamblea Legislativa reunida en el Congreso y brindó su primer mensaje. Tras doce años de kirchnerismo, el mandatario llamó a la unidad nacional, defendió la independencia del Poder Judicial -"los jueces no pueden ser militantes"- y prometió que su gobierno luchará contra la corrupción.

"Quiero pedirles que nuestro lugar de encuentro sea la verdad. La política no es un escenario para mentir a la gente con datos falsos, hay que reconocer los problemas para que juntos encontremos las mejores soluciones", sostuvo.
Durante su discurso -que se extendió durante 27 minutos-, el nuevo jefe del Estado ratificó que las tres ideas centrales de su gestión serán "pobreza cero, derrotar el narcotráfico y unir a los argentinos" al tiempo que prometió "un país unido en la diversidad".


"El país tiene sectores que piensan de diferentes maneras pero no está dividido, ya pasaron las elecciones, y ahora todos debemos unirnos para crecer y mejorar", dijo.
Macri, además, prometió hoy "trabajar incansablemente" para que dentro de cuatro años "todos los argentinos, especialmente aquellos que más nos necesitan, estén viviendo mejor".


"Hoy se está cumpliendo un sueño; esto que parecía tan difícil se hizo realidad: más que nunca tenemos que ser optimistas respecto de nuestra esperanza y nuestro futuro", expresó.
Ante la Asamblea Legislativa, el nuevo mandatario aseguró hoy que su gobierno "va a combatir la corrupción" y que no habrá "tolerancia" con "esa práctica abusiva".
"Este Gobierno va a combatir la corrupción. Los bienes públicos pertenecen al conjunto de los ciudadanos, y es inaceptable que un funcionario se apropie de ellos en beneficio propio. Voy a ser implacable con todos aquellos que de cualquier partido de filiación política dejen de cumplir lo que señala la ley. No habrá tolerancia con esa práctica abusiva", afirmó.
Resaltó que "no hay principio ideológico que pueda justificar" la corrupción, e insistió con que "los bienes de la Argentina son para todos los argentinos y no para el uso incorrecto de los funcionarios".
En otro tramo de su mensaje, el presidente defendió la independencia del Poder Judicial y dijo que durante su gestión no habrá "jueces macristas" o "militantes".
Por otra parte, Macri hizo alusión a la necesidad de abandonar los personalismos y se mostró abierto al diálogo con todos los partidos políticos. Habló de las "distintas formas de ver la realidad" y llamó al aporte "de todos, los que se sienten de derecha, y de izquierda, peronistas y antiperonistas".
 "Esa diversidad nos enriquece y nos hace mejores", aseguró.
También destacó que los argentinos votaron en las elecciones pasadas "cansados de la prepotencia y el enfrentamiento inútil", y que el país "no está dividido", porque todos votaron "lo que ellos quisieron, en libertad" y agregó: "Llegó el momento en que todos debemos unirnos para crecer y mejorar".
Luego, nombró a todos los dirigentes que compitieron por la presidencia en los comicios de octubre pasado y saludó a los gobernadores e intendentes electos. "Sé que estamos más juntos que distantes. También quiero saludar a cada gobernador e intendente electo. Yo sé que cuento con ustedes", aseveró.
La ex presidenta Cristina Kirchner , que anoche tuvo una despedida multitudinaria en la Plaza de Mayo, no estuvo presente en la ceremonia. Tampoco asistieron al recinto de la Cámara baja los diputados del bloque del Frente para la Victoria y algunos senadores kirchneristas.
Luego de prestar juramento ante la Asamblea Legislativa, Macri fue a la Casa Rosada para recibir en el Salón Blanco los atributos de poder de manos del presidente provisional y del Senado, Federico Pinedo, exactamente a las 13.23 (16:23 GMT) y en presencia de los presidentes del Congreso y del Tribunal Supremo de Justicia de la Nación argentina.
Pasadas las 11 horas (14:00 GMT), Mauricio Macri salió de su apartamento de Avenida del Libertador y Cavia para dirigirse al Congreso.
El mandatario electo estuvo acompañado por su esposa, Juliana Awada , y su hija, Antonia. Macri saludó a los vecinos que se acercaron hasta las puertas de su vivienda y se subió a un coche blanco que lo trasladó al parlamento nacional. El vehículo en el que se trasladaba Macri fue escoltado por el Regimiento de Granaderos a Caballo.
El nuevo mandatario llegó al Parlamento poco después de las 11:30 (14:30 GMT) y fue recibido por lesgiladores en el Salón Azul.

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