TOKIO.- Más de 30 países han
presentado hoy en Tokio una protesta conjunta por la reciente decisión
adoptada por el Gobierno japonés de retomar en la Antártida su polémico
programa de pesca de ballenas con fines científicos.
La protesta, integrada por 33 países entre los que se cuentan todos
los de la Unión Europea, además de Estados Unidos, México, Australia o
Nueva Zelanda, se ha plasmado en una nota diplomática entregada hoy al
Gobierno de Tokio por el embajador neozelandés en la capital nipona,
según detalló la agencia Kyodo.
La semana pasada los balleneros nipones zarparon por primera vez con
rumbo a la Antártida desde que la Corte Internacional de Justicia (CIJ)
resolviera en marzo de 2014 que Japón debía detener su programa porque
claramente no respondía a intereses científicos.
En su veredicto el CIJ exigió a Tokio reducir en dos tercios el volumen de capturas si quería retomar esta campaña.
De este modo, Japón ha reiniciado este año el programa reduciendo a
333 ejemplares de rorcual aliblanco la cuota máxima de captura, algo que
en cualquier caso ha desatado las quejas de grupos ecologistas y de
países miembros de la Comisión Internacional Ballenera (CBI).
Japón, que firmó la moratoria total de las capturas con fines
comerciales de ballenas que entró en vigor en 1986, emprendió al año
siguiente programas de capturas científicas defendiendo que están
amparadas por el artículo VIII de la Convención de 1946 de la CBI.
Sin embargo, estos programas han sido duramente criticados por muchos
países que los consideran pesca comercial encubierta, dado que la carne
de los especímenes capturados y estudiados es posteriormente vendida.
Japón mantiene además otro programa de capturas con fines científicos que se desarrolla en el Pacífico Norte.
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