miércoles, 9 de diciembre de 2015

Un 22% de los israelíes vive en la pobreza, según un informe oficial

JERUSALÉN.- Un 22 por ciento de los israelíes vive bajo el umbral de la pobreza, según el último estudio difundido hoy por el Instituto de la Seguridad social, que alerta de una creciente brecha social entre ricos y pobres a raíz de la reducción de ayudas a los menores hace dos años.

En cifras absolutas, los israelíes pobres ascienden a 1.709.300 habitantes de una población de unos 8,5 millones, un dato que sitúa al país en el penúltimo puesto de los 34 estados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El informe fue entregado hoy al ministro de Asuntos Sociales, Hayim Katz, por el director general de Instituto, Shlomo Mor Yosef, con la recomendación de devolver la asistencia social a los parámetros anteriores a 2013, de forma que una parte de los menores salgan de las estadísticas.
"La poca asistencia estatal es la que empuja a las familias pobres a trabajar por sueldos muy bajos", destacan los investigadores en un documento en el que destacan que la pobreza afecta a 444.900 familias (18,8%) y a 776.500 niños (31%).
Israel considera pobre a cualquier individuo que, viviendo solo, tenga unos ingresos inferior a los 3.077 shékels (727 euros o 791 dólares).
Para una pareja el umbral se sitúa en 4.923 shékels (1.578 euros o 1.265 dólares) y para una familia de cinco hijos -común en este país en los colectivos árabes y ultraortodoxos- en los 9.230 shékels (2.240 euros o 2.372 dólares).
Son estas dos comunidades poco formadas a nivel educativo y con mayor número de hijos las que más se ven afectadas por la disparidad económica que afecta al país desde hace más de una década y de la que organismos internacionales vienen advirtiendo a Israel desde hace años.
En comparación con otros estados de la OCDE, sólo México tiene un mayor índice de pobreza que Israel en el análisis general de la situación y por porcentaje de niños sólo Turquía.
Entre ultraortodoxos y árabes, la pobreza castiga a la mitad de la población, con índices del 52,6% en los primeros y 54,3% en los segundos.
Los datos han dado al traste con las esperanzas de una mejoría después de que en 2013 los índices de pobreza bajaran ligeramente y ponen en tela de juicio la efectividad de algunas políticas del primer ministro, Benjamín Netanyahu, con estas dos comunidades.

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