NICOSIA/LONDRES.- - El primer ministro griego,
Alexis Tsipras, descartó el lunes buscar la ayuda de Rusia y dijo que su
Gobierno buscaría negociar con sus socios europeos un nuevo acuerdo de
deuda, aunque vio poco compromiso por parte de Alemania.
Tsipras y su ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis,
están realizando una gira por capitales europeas esta semana en una
ofensiva diplomática para sustituir el acuerdo de rescate de Grecia con
la denominada "troika", compuesta por la Unión Europea, el Banco Central
Europeo y el Fondo Monetario Internacional.
Tras una agitada primer semana en la que su Gobierno de
izquierda dejó claro que pretende hacer realidad las promesas de
campaña de acabar con las duras medidas de austeridad impuestas en el
acuerdo actual de rescate, esta semana el énfasis está puesto en
mantener que aún es posible alcanzar un acuerdo.
"Estamos en negociaciones importantes con nuestros
socios en Europa y quienes nos han prestado. Tenemos obligaciones para
con ellos", dijo Tsipras en declaraciones en Nicosia en su primer viaje
al extranjero como primer ministro.
"Ahora mismo, no tenemos otra idea sobre la mesa",
añadió, cuando fue preguntado si Grecia estaba abierto a una ayuda de
Rusia, que ha sugerido que estaría dispuesto a escuchar a una supuesta
solicitud de ayuda de Atenas.
Los comentarios sobre Rusia podrían dar seguridad a los
socios de la UE, impactados la semana pasada cuando el Gobierno de
Tsipras pareció inicialmente que rechazaba el consenso del bloque sobre
las sanciones económicas contra Moscú. Grecia finalmente firmó el jueves
prorrogar las actuales sanciones contra Rusia por seis meses más.
Grecia, incapaz de financiarse en el mercado y bajo
presión para prolongar el actual acuerdo de apoyo cuando venza el 28 de
febrero, está buscando un acuerdo puente que le dé espacio para proponer
un nuevo acuerdo sobre la deuda.
Hasta el momento se ha encontrado una dura respuesta de
los socios europeos, sobre todo de Alemania. El ministro de Finanzas
alemán, Wolfgang Schäuble, dijo a Reuters en una entrevista el lunes que
Berlín no aceptaría cambios unilaterales al programa de deuda de
Grecia.
"Queremos que Grecia siga el camino exitoso por el bien
de Grecia y los griegos, pero no aceptaremos cambios unilaterales al
programa", dijo en una cumbre de la zona euro.
Tsipras repitió los llamamientos ya realizados por su
ministro de Finanzas para que se desmantele el mecanismo de inspectores
de la "troika" que supervisa las finanzas griegas y que sea sustituido
por una negociación directa entre Atenas y sus socios de la UE y el FMI.
"Creo que sería un paso necesario y maduro para Europa", dijo.
Alemania respondió que los controles de la troika fueron acordados como parte del rescate y que deberían seguir en pie.
"El Gobierno alemán no ve motivos para eliminar este
mecanismo de evaluación de la troika", dijo la portavoz del Ministerio
de Finanzas, Christiane Wirtz en Berlín.
De algún modo ambas partes miran hacia adelante en lo
que parece que es una difícil negociación. Los griegos parecen estar
buscando primero un interlocutor más compresivo antes de reunirse con
los alemanes.
Varoufakis, un economista que asemejó la política de la
austeridad de la UE con la tortura del "submarino", ha llegado a las
reuniones con los trajeados líderes europeos con un abrigo negro y con
una camisa sin corbata y por fuera del pantalón. Comenzó el fin de
semana en París, donde el Gobierno de centroizquierda se cree que puede
ser más cercano que otros a relajar las condiciones de financiación.
El ministro francés Michel Sapin dijo tras la reunión
con Varoufakis que Atenas no podría esperar una quita directamente, pero
dejó abierta la puerta a otras opciones que incluyan dar a Atenas más
tiempo para el repago.
La siguiente parada de Varoufakis fue el lunes en
Londres, donde tenía previsto reunirse con 100 bancos e instituciones
financieras. Una fuente del Gobierno griego dijo que planeaba decir a
los inversores privados que no tenían nada de que preocuparse.
"Podremos pagar la deuda griega en unos términos que no
tengan un impacto negativo en los tenedores de bonos, especialmente los
privados", dijo la fuente, que habló a condición de permanecer en el
anonimato por la sensibilidad del asunto.
Varoufakis también se reunió con responsables públicos
británicos en busca de más aliados, aunque Reino Unido no es miembro de
la zona euro.
"Está claro que el enfrentamiento entre Grecia y la
zona euro es el mayor riesgo para la economía global", dijo el ministro
de Finanzas británico, George Osborne, tras reunirse con Varoufakis en
Londres.
"Insto al ministro de Finanzas griego a que actúe
responsablemente, pero también es importante que la zona euro tenga un
plan mejor para los empleos y el crecimiento", añadió.
Tsipras se reunirá el martes con el primer ministro
italiano, Matteo Renzi, otro joven líder de centroizquierda que se cree
que estaría entre los más comprensivos con los llamamientos a la
indulgencia.
El miércoles se verá con el presidente de la Comisión
Europea, Jean-Claude Juncker, y el presidente francés, François
Hollande. De momento no hay fecha para una reunión con la canciller
alemana, Angela Merkel, aunque se verán en una cumbre europea el 12 de
febrero.
Está por ver cuánto tiempo tiene Grecia para alcanzar
un acuerdo con sus acreedores. En teoría sólo quedan semanas: cuando el
rescate venza a finales de febrero, el BCE podría estar obligado a dar
financiación a los bancos griegos. En la práctica se podría encontrar un
mecanismo provisional alternativo de financiación para los bancos.
Después de eso, Grecia tiene grandes pagos de deuda en
marzo, aunque los responsables dicen que podría tener suficiente
efectivo para cumplir, evitando una quiebra hasta después en la
primavera.
Pese a la resistencia alemana a la idea de un nuevo
acuerdo, Tsipras dijo que el debate en Europa había sido alentador para
Atenas, con más respaldo a la idea de un cambio de dirección en Europa.
"Nunca esperaba que hubiera tales fuerzas ayudando al
nuevo Gobierno a crear un nuevo marco y un nuevo cauce, no sólo sobre
Grecia sino sobre el conjunto de Europa, porque Europa está en una
crisis", dijo.