BRUSELAS.- Los ministros de Finanzas de la
zona euro midieron su total desacuerdo con Grecia al cabo
de una reunión extraordinaria en Bruselas que terminó sin conclusiones
ni avances.
"No pudimos alcanzar una conclusión", dijo el
presidente del Eurogrupo, Jeoren Dijsselbloem, en una sala de prensa
atiborrada de periodistas.
"Mi ambición era ponernos de acuerdo
sobre las etapas de los próximos días. Desgraciadamente no fuimos
capaces y continuaremos nuestras discusiones el lunes", indicó
calificando las discusiones como "intensas" y "constructivas".
El
presidente del Eurogrupo explicó que no entraron en los detalles de las
propuestas griegas, con las que Atenas busca poner fin a las políticas
de austeridad y renegociar su deuda.
"No tengo muchas conclusiones para compartir", indicó antes de cerrar el breve encuentro con la prensa.
En
paralelo, el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, dio una
conferencia de prensa en las escaleras del edificio en donde se llevó a
cabo la reunión.
"Expresamos nuestro punto de vista que tiene
por objetivo crear un nuevo acuerdo con Europa para que Grecia deje de
estar en los titulares", dijo Varoufakis.
"Soy el nuevo muchacho
de la banda [...] por lo que tuve la oportunidad [...] de presentar
nuestro análisis [...] sobre las razones por las que el programa [de
rescate] no puede tener éxito, porque está demostrado que es tóxico y
especialmente catastrófico para la economía", añadió.
El Eurogrupo
esperaba que Grecia presentara sus propuestas para un nuevo plan de
financiamiento y reformas, que reemplace el actual, y así liberarse, en
parte, de las exigencias de sus acreedores.
Una fuente
gubernamental griega indicó en Atenas apenas terminada la reunión que
"no fue aceptada la prórroga del memorándum", es decir la extensión del
programa de rescate de 130.000 millones de euros del que beneficia
Grecia desde 2012 y que termina a finales de febrero.
El Eurogrupo
quiere que Atenas prorrogue el fin del programa y lleve a cabo las
reformas pactadas, antes de comenzar a estudiar soluciones sobre cómo
aligerar la gigantesca deuda griega, que representa en torno al 175% de
su PIB.
Este programa, que permitió a Atenas recibir dos rescates a
su economía desde 2010 por un total de 240.000 millones de euros a
cambio de un plan drástico de austeridad, fue denunciado por el nuevo
gobierno griego de izquierda, que lo considera responsable del desempleo
y el empobrecimiento de la población.
Atenas se opone a pedir una
extensión de su programa y quiere en cambio que se cree un "programa
puente" para mantenerse a flote hasta septiembre.
Según las
versiones filtradas a la prensa por el propio gobierno griego, Atenas
propone cumplir con el 70% de las reformas ya pactadas con sus
acreedores, mientras que el 30% restante sería reemplazado por una serie
de reformas elaboradas con la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE).
Pero esta idea no convence en la Eurozona.
"Grecia
está en este momento con un programa que expira a fin de mes, lo que
explica la cantidad de tiempo que tenemos", dijo Dijsselbloem.
El
ministro alemán Wolfgang Schauble, que el martes ya protagonizó un
choque verbal con Atenas, fue más tajante al llegar a la reunión.
"Cada
país es libre de hacer lo que quiere. Pero tenemos este programa. O se
lo lleva hasta el final, o no hay más programa", dijo.
La reunión
"fue útil", estimó por su parte el comisario de Asuntos Económicos,
Pierre Moscovici, "útil para clarificar la posición de Grecia".
Una alta fuente europea con acceso a los cónclaves ministeriales había
vaticinado un inicio de Eurogrupo "muy rudo".
"Varoufakis, como Schäuble
parten de posiciones muy alejadas", dijo.
El Eurogrupo debe tomar
una decisión a más tardar el 16 de febrero, cuando los ministros de
Finanzas de los 19 miembros del bloque vuelvan a reunirse, una fecha
límite que debería permitir a varios parlamentos nacionales dar su aval,
como en Alemania o en Finlandia, dos países defensores de la ortodoxia
fiscal.
El miércoles por la noche en Grecia, más de 20.000
personas desfilaron contra la austeridad respondiendo al llamado "un
poco de dignidad", que circula desde hace varios días en las redes
sociales.
El tema volverá a ser tratado este jueves en Bruselas,
en una cumbre de jefes de Estado y de gobierno, la primera para el
premier de izquierda radical Alexis Tsipras veinte días después de
asumir el cargo.