SHANGHAI.- La debilidad en el vasto sector manufacturero chino, agravada por altos costos reales de crédito y el bajo nivel de la demanda, parece haber llevado al banco central a acelerar el ritmo del alivio monetario para combatir la deflación en la segunda mayor economía del mundo.
Los recortes a las tasas referenciales de crédito y
depósitos anunciadas el sábado por la noche por el Banco Popular de
China precedieron a la divulgación de datos oficiales el domingo que
mostraron que la actividad manufacturera se contrajo en febrero por
segundo mes consecutivo.
Aunque los economistas pronosticaban más alivios para
respaldar a la atribulada economía, a algunos les sorprendió que el
banco central chino adoptara la medida sólo días antes de que la
legislatura nacional del país se reúna para fijar la meta oficial de
crecimiento económico de 2015.
"El recorte de tasas señala la voluntad de los
consejeros de adoptar más medidas para aliviar las condiciones
financieras y en un esfuerzo por mantener un crecimiento estable",
escribieron analistas de Nomura en una nota, donde agregaron que el
recorte había tenido lugar antes de lo previsto.
"También sugiere que el crecimiento podría haberse desacelerado más de lo esperado", agregaron.
China registró en 2014 un crecimiento de 7,4 por
ciento, el más lento en décadas, y fuentes dijeron en enero
que el Gobierno había adoptado una meta cercana al 7 por ciento para
este año.
Aunque Pekín ha señalado que está cómoda con un ritmo
de crecimiento moderado mientras pasa de una economía de exportación de
manufacturas dependiente de las inversiones a una de servicios, la
transición aún no se concreta y el sector fabril sigue siendo un gran
empleador y consumidor por derecho propio.
Aunque el índice oficial de gerentes de compras (PMI)
de China en febrero fue de 49,9 puntos, por debajo del nivel de 50
puntos que separa a la expansión de la contracción, repuntó levemente
desde la lectura de enero y también superó los pronósticos más
pesimistas.
Sin embargo, una revisión previa del dato no fue
suficiente para disuadir al banco central chino de realizar su segundo
recorte de tasas de interés desde una sorpresiva reducción en noviembre.
El Banco Popular de China, que hace sólo cuatro semanas
también redujo el encaje bancario, no dijo directamente por qué había
optado por moverse tan rápido.
En su comunicado, la entidad observó que el objetivo
del recorte tasas de interés era mantener "los niveles de tasas de
interés real apropiados para tendencias fundamentales en crecimiento
económico, precios y empleo".
Aunque afirmó que el recorte no representa un cambio en
política monetaria, el anuncio usó un nuevo fraseo para describir a la
política como "neutral y apropiada".
La caída de la inflación, impulsada por la baja de los
precios de las materias primas, ha estado elevando el costo real del
crédito. A nivel global, cerca de 20 bancos centrales han recortado las
tasas de interés desde comienzos de año.