MILÁN/BERLÍN.- El Gobierno de Grecia está dispuesto a aplazar la "aplicación de algunas promesas electorales" y ha tomado medidas para evitar cualquier "accidente" con su deuda, dijo el ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, según el diario Corriere della Sera.
"Hemos tomado todas las disposiciones necesarias para
garantizar que no haya ningún accidente" con la deuda griega, dijo
Varufakis durante una reunión con dirigentes financieros ayer viernes en
el norte de Italia.
El ministro añadió que los acreedores
internacionales de Grecia "harán su parte, sin dudarlo", para evitar
dicho riesgo de "accidente", según un vídeo publicado en internet de la
conferencia de prensa que dio tras la reunión a puerta cerrada en
Cernobbio, cerca del lago Como.
Grecia espera el desembolso por
parte de sus socios europeos de un último tramo de ayuda de 7.200
millones de euros, como parte de su rescate financiero internacional.
Atenas afronta vencimientos por más de 6.000 millones de euros este mes, y más de 11.000 millones en julio y agosto.
Pero los acreedores han dejado claro que para entregar la ayuda, Atenas deberá presentar una lista creíble de reformas.
En
declaraciones al diario italiano Corriere della Sera, Varoufakis dijo
también que su gobierno está dispuesto a "aplazar la aplicación de
algunas promesas electorales" para infundir confianza entre sus socios.
El
viernes, el ministro había declarado igualmente que el gobierno griego
"no es populista" y argumentó que nunca prometió cosas "irrealizables".
"Tenemos un programa que dura cuatro años", afirmó Varufakis.
Con respecto al tema de la deuda, el funcionario dijo que su plan es cumplir con los compromisos.
"Queremos
reembolsar nuestra deuda hasta el final. Pero pedimos a nuestros socios
que nos ayuden para relanzar el crecimiento en Grecia. Mientras más
rápida sea la estabilización de nuestra economía, más rápido será el
ritmo de reembolso", aseguró.
En este sentido, Varufakis explicó que su idea es "convertir la deuda en obligaciones indexadas a la tasa de crecimiento".
El funcionario excluyó además que la búsqueda de una solución esté fuera del ámbito europeo.
"No
hay una solución alternativa, no vamos a pedir ayuda al exterior.
Cultivamos buenos lazos con Rusia y con China. Pero el nuestro es un
problema europeo que vamos a resolver dentro de la familia europea",
afirmó el ministro.
Por su lado, el ministro griego de Defensa,
Panos Kammenos, acusó al ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble,
de envenenar las relaciones entre Grecia y Alemania.
"Schäuble envenena las relaciones entre los dos países", estimó el ministro en una entrevista publicada por el diario Bild.
Para
muchos griegos, la figura de Schäuble, que encarna la postura económica
más ortodoxa en Europa frente a Atenas, se ha vuelto muy impopular por
sus críticas al gobierno de Alexis Tsipras.