WASHINGTON.- El director del Banco Central Europeo, el italiano Mario Draghi, aumentó este sábado las presiones sobre Grecia, al pedir en Washington al gobierno griego "mucho más trabajo" para diseñar un plan aceptable como forma de obtener más financiamiento de Europa.
"Es necesario más trabajo, mucho más
trabajo, y es urgente", dijo Draghi durante una conferencia de prensa en
el último día de la reunión anual del Fondo Monetario Internacional
(FMI) y el Banco Mundial (BM) en Washington.
Con el tiempo en
contra, Grecia negocia con la Unión Europea para que le libere otros
7.200 millones de euros (USD 7.800 millones) en fondos que necesita
urgentemente para enfrentar sus obligaciones.
El gobierno del
primer ministro Alexis Tsipras busca flexibilizar las condiciones de
austeridad impuestas por los acreedores, pero por el momento la
tentativa no ha logrado efectos. Para un acuerdo, los acreedores
europeos y el FMI piden avances en las reformas pedidas.
"Todos queremos que Grecia tenga éxito" en sus intentos por salir de la crisis, añadió el titular del BCE, advirtiendo que "la respuesta está en las manos del gobierno griego".
Los
negociadores griegos se reunían el sábado en París con representantes
de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario
Internacional, para intentar alcanzar un acuerdo antes del encuentro del
24 de abril de ministros de finanzas de la Eurozona, en Letonia.
El
gobierno griego necesita urgentemente nueva financiación para pagar
salarios a fin de mes y luego realizar una serie de pagos de deuda al
FMI y el BCE en los próximos tres meses.
"No hay tiempo que
perder" y "hay que redoblar los esfuerzos", advirtió el secretario del
Tesoro de Estados Unidos, Jacob Lew, durante las asambleas del fin de
semana. "Europa no necesita una nueva crisis".
El ministro de
Finanzas griego, Yanis Varufakis, presente en Washington para las
reuniones, se dedicó a repetir públicamente las promesas del gobierno de
izquierda radical de Tsipras, que llegó al poder en enero y ha
asegurado que cumplirá los compromisos del programa anterior.
Pero
el nuevo gobierno griego, explicó Draghi, debe estar atento al "impacto
presupuestario" de sus propuestas para que pueda haber una discusión
informada entre el gobierno y el Eurogrupo.
Draghi se negó a
especular con la posibilidad de que Grecia se vea imposibilitada de
honrar sus compromisos en mayo, escenario que significaría una salida de
ese país de la zona euro.
"No quiero ni siquiera contemplar un
evento de ese tipo (...) Los líderes griegos aseguran continuamente que
quieren honrar todas sus obligaciones", señaló.
No obstante,
estimó que toda la zona euro está ahora "mejor equipada que en 2012,
2011 o 2010" si la situación continúa deteriorándose y posee
instrumentos para enfrentar los riesgos de un contagio, instrumentos
"que serán utilizados en caso de una escalada de la crisis".
En caso de un empeoramiento de la crisis, admitió, la Eurozona entraría "en territorio desconocido".
Grecia debe presentar su programa de reformas a tiempo para poder negociar en junio un nuevo y tercer plan de ayuda.
Atenas
debe así convencer sobre la viabilidad financiera de su programa a la
UE pero también al BCE y el FMI, institución que subrayó durante las
reuniones -sin citar a Grecia- que el crecimiento económico mundial se
mantiene frágil y que subsisten riesgos.
Su directora general,
Christine Lagarde, se sumó el sábado a las voces que piden a Grecia a
apretar el paso y aseguró que espera además "una profundización del
trabajo".
La tensión en torno a Grecia dejó un poco en segundo
plano los otros temas de las asambleas semestrales de estas
instituciones financieras internacionales. De todas formas, los países
afectados por el ébola pidieron un "Plan Marshall" de 8.000 millones de
dólares para enfrentar las consecuencias de la epidemia.
Por otra
parte, tanto los responsables del FMI como los países emergentes
reunidos en el G-24 también renovaron sus llamados al Congreso
estadounidense para que ratifique lo antes posible la reforma del Fondo,
adoptada en 2010 y que busca darle más peso a estos países y asegurar
al FMI los recursos que necesita.