WASHINGTON.- La economía global no enfrenta "una guerra de divisas", pero sí se han visto "las primeras escaramuzas", con la inesperada decisión de China de devaluar el yuan como parte de un "panorama lleno de riesgos" debido a la "extremada diversidad" de políticas monetarias, aseguró Kaushik Basu, economista jefe del Banco Mundial (BM).
"Hay un riesgo de guerra de divisas, eso no puede
ser menospreciado. Por ahora hemos visto escaramuzas, más que guerras
de divisas", indicó Basu, prestigioso economista y profesor en
excedencia de la Universidad de Cornell (EEUU).
A su juicio, no se trata solo de China, cuya
decisión de devaluar el yuan sorprendió a todo el mundo esta semana,
pues hay "una situación de extrema diversidad de políticas monetarias"
que ha "exacerbado este riesgo".
Basu remarcó que "hay grandes economías que están
todavía inyectando liquidez. La zona euro lo está haciendo, también
Japón y Suecia, mientras que EEUU está tratando de restar liquidez".
"Es como si tenemos un montón de material
inflamable por el suelo, y te das cuenta de que un pequeño fuego podría
hacer arder todo. China ha sido un buen recordatorio de que estamos en
un mundo de riesgos", afirmó el economista, de 63 años, en su amplio
despacho en la sede del organismo multilateral.
La entrevista se realiza a apenas tres manzanas
de la Casa Blanca y del Tesoro estadounidense, que han insistido en los
últimos años en la necesidad de que Pekín avance hacia un modelo
cambiario marcado por el mercado y han criticado al yuan como una divisa
"manipulada" por las autoridades chinas.
Los economistas han alertado sobre los problemas
que generaría una dinámica de devaluaciones competitivas, como se vio en
la década de 1930, una espiral que tendría efectos desastrosos para la
economía global.
Además de sacudir fuertemente los mercados
financieros mundiales esta semana, la reforma del sistema cambiario de
China motivó grandes dudas sobre la marcha de la segunda potencia
económica del planeta.
Para Basu, sin embargo, la decisión de las
autoridades chinas "no debería ser tan sorprendente", al subrayar que el
yuan se había apreciado más de un 10 % frente al resto de divisas
mundiales desde el inicio de 2014, y las exportaciones habían caído
notablemente.
"No es de extrañar que el Gobierno chino tomase
medidas. En realidad, lo que señala es la entrada de China en el
escenario global como un jugador sofisticado", remarcó.
De fondo apuntó a la gran decisión monetaria
anticipada para este año, la subida de tipos de interés por parte de la
Reserva Federal (Fed) de EEUU, la primera en nueve años, un ajuste
monetario que dada la importancia del dólar tendrá implicaciones
globales, ya que es de esperar una mayor apreciación de la divisa
estadounidense.
"Mi gran preocupación es que tras un alza de
tipos demasiado pronto la Fed fortalezca el dólar aún más. Lo que
seguido de la devaluación de China puede tener un impacto negativo
severo en las exportaciones estadounidenses y, como resultado, en el
crecimiento de EEUU", argumentó Basu, quien fue consejero económico del
Gobierno de la India antes de unirse al BM.
Aunque todos los analistas apuntan a la reunión
de septiembre de la Fed como la fecha para este encarecimiento del
precio del dinero en EEUU, el economista indio señaló que la devaluación
de China podría hacer que el banco central estadounidense retrasase
hasta diciembre el inicio del ajuste monetario.
La ralentización de China, el gran motor
económico mundial durante la crisis de 2008, es un motivo de quebradero
de cabeza para los países exportadores de materias primas y que habían
aprovechado el impulso generado por la inacabable demanda china de estos
productos.
Si bien Pekín sigue contemplando una expansión
del 7 % para este año, el Fondo Monetario Internacional ya ha señalado
que el crecimiento de China será del 6,8 % este año y 6,3 % el próximo.
Una de las regiones más afectadas por esta
desaceleración es Latinoamérica, afirmó Basu, para la que prevé "graves
dificultades" en el corto plazo.
"Nuestros estudios muestran que un punto
porcentual anual de ralentización en China frena el crecimiento en
Latinoamérica en 0,6 puntos porcentuales", agregó el economista.
Es este descenso en la demanda china, además, el
principal motivo de la caída de los precios de las materias primas a
nivel mundial, lo que a su vez ha deprimido las perspectivas económicas
en países como Chile, Perú, Brasil o Colombia.