LUXEMBURGO.- Los países de la
zona del euro descartan que el resultado de las elecciones griegas, sea
el que sea, pueda llevar a abrir la puerta a grandes cambios en las
condiciones asociadas al tercer rescate a Grecia, aunque sí dejaron
margen a una cierta flexibilidad en algunos aspectos por definir.
"No habrá una gran renegociación política del programa, no es posible
y no es necesario" dado el "amplio apoyo" mostrado por los partidos
políticos al programa de condiciones cuando se aprobó en el Parlamento
heleno, apuntó el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijssebloem.
"El programa es el programa y es independiente del color político del
Gobierno, y por supuesto que no hay ningún tipo de variación, ni
modificación en función del resultado de las elecciones", coincidió el
ministro español de Economía, Luis de Guindos.
El holandés recordó que sí hay una serie de cuestiones para las que
el programa del rescate da margen de "definir los detalles" durante las
sucesivas revisiones del cumplimiento de las condiciones que se le
exigen a Atenas, pero dejó claro que esto "es muy diferente a renegociar
el acuerdo".
"Lógicamente siempre hay flexibilidad, pero es una flexibilidad que
se aplica dentro de los límites del acuerdo en sí mismo", apuntó De
Guindos.
Los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro, reunidos
hoy en un encuentro informal del Eurogrupo en Luxemburgo, abordaron la
situación del país por primera vez después de la firma del tercer
rescate griego de hasta 86.000 millones de euros, apenas ocho días antes
de las elecciones anticipadas.
Los socios han aclarado que el resultado de los comicios no les quita
el sueño, dado que los sondeos muestran un apoyo mayoritario de los
ciudadanos griegos a los partidos que dieron su respaldo al rescate.
"No, no estoy preocupado", afirmó el comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici.
"No sé qué partido ganará, no sé qué coalición se formará, pero mi
sensación si miro las encuestas es que aun hay una inmensa mayoría por
los partidos que han apoyado el proceso que consiste en tener un
programa" de rescate, añadió.
La eurozona tampoco ha tenido ningún reparo en recordar una vez más
que, además, cualquier futuro desembolso del rescate está sujeto a que
Atenas ponga en marcha más medidas acordadas.
Para poder cumplir con los objetivos marcados para septiembre y
octubre, el Gobierno interino griego está trabajando de modo que todas
las medidas queden "listas" para aprobadarse una vez se forme un nuevo
Gobierno, explicó a sus socios el ministro heleno interino, Yorgos
Juliarakis.
Estos esperan que la formación de un nuevo Ejecutivo sea rápida, de
modo que se "pierda el menor tiempo posible", tras lo que "la siguiente
etapa clave después de las elecciones será la primera evaluación de la
aplicación del acuerdo", prevista ya para octubre, explicó Moscovici.
Esto incluye la adopción del presupuesto para 2016, completar la de
reforma del sistema de pensiones, la puesta en marcha de una autoridad
fiscal independiente y medidas para la recapitalización de los bancos,
subrayó el comisario.
El miembro francés del Banco Central Europeo, Benoît Coeuré, destacó
la importancia de que se cumplan rápidamente los compromisos para que
Atenas pueda recibir la financiación del rescate pensada para
recapitalizar la banca helena, 10.000 millones de euros.
"Destacamos la importancia de que el nuevo gobierno después de las
elecciones progrese rápidamente en la aplicación del Memorando de
Entendimiento (que establece las condiciones del rescate) para permitir
la conclusión de la primera revisión en octubre", recalcó Coeuré.
"Es crucial que los fondos adicionales estén disponibles a mediados
de diciembre, para su uso potencial de cara a incrementar la fortaleza
del sistema financiero", añadió.
Las necesidades de financiación de la banca griega se conocerán una
vez que el Banco Central Europeo finalice y publique el análisis a fondo
del sector, que se espera en octubre.
El director gerente del Mecanismo Europeo de Estabilidad, Klaus
Regling, recordó que está previsto otro tramo de 3.000 millones de euros
que puede desembolsarse en noviembre para que Atenas cubra "necesidades
fiscales", siempre y cuando "se cumplan los objetivos intermedios"
marcados.
Regling también advirtió de que, tras la firma del rescate, las
tensiones en los mercados se han disipado, situación que podría "darse
la vuelta si hay problemas en la aplicación del programa".