BASILEA.- El Banco de Pagos Internacionales (BPI) ha constatado una mayor preocupación de los inversores por la creciente vulnerabilidad de las economías de mercado emergentes, especialmente por la situación de China, y su posible impacto en las perspectivas de crecimiento mundial.
"En los últimos meses, los inversores se han centrado cada vez
más en las vulnerabilidades de las economías de mercado emergentes,
particularmente China, conforme evaluaban sus implicaciones para las
perspectivas de crecimiento mundial", señala el BPI en la última edición
de su informe trimestral.
En concreto, el organismo dirigido por Jaime Caruana remarca
que en China los mercados bursátiles se desplomaron entre junio y julio
de 2015 tras una escalada que propulsó las valoraciones de numerosas
acciones "hasta límites extremos".
En su opinión, la situación en China, sumada a las
negociaciones de Grecia con sus acreedores en junio y principios de
julio, mermó "la confianza de los inversores y lastró los precios de los
activos en todo el mundo".
En este escenario, los precios de las materias primas, con el
petróleo a la cabeza, reanudaron la tendencia bajista que había
comenzado en 2014 con una breve interrupción en el segundo trimestre de
2015, debido probablemente a la percepción de una menor demanda por el
debilitamiento de la actividad económica en varias economías emergentes.
A su vez, el abaratamiento de las materias primas empeoró las
perspectivas de crecimiento en los países que las producen y, como
consecuencia, se depreciaron nuevamente los tipos de cambio de numerosos
productores, "exacerbadas por otro episodio de fortalecimiento del
dólar ante las perspectivas de la política monetaria estadounidense".
Por otro lado, el informe trimestral del BPI señala que en los
primeros meses de 2015 las condiciones de liquidez mundial fueron
"buenas", especialmente para las economías avanzadas, donde la
financiación internacional repuntó marcada por el fuerte crecimiento de
la financiación bancaria y a través del mercado de capitales denominado
en euros.
Por el contrario, el organismo con sede en Basilea apunta a un
"deterioro" de la financiación de las economías de mercado emergentes
en el comienzo del año, ya que ha dado "muestras de desacelerarse",
particularmente en el caso de China y Rusia.
A finales de marzo de 2015, la financiación en dólares
estadounidenses dirigida a prestatarios no bancarios fuera de Estados
Unidos ascendía a 9,6 billones de dólares (8,5 billones de euros),
mientras que la financiación en euros de entidades no bancarias fuera de
la zona euro se situó en 2,8 billones de dólares (2,5 billones de
euros).
Por su parte, los activos transfronterizos mundiales de los
bancos declarantes al BPI siguieron creciendo a principios de 2015,
mientras que la emisión de títulos de deuda internacionales se mantuvo a
buen ritmo.
"Ahora bien, mientras que la actividad bancaria y la emisión
de valores fueron intensas en las economías avanzadas, la financiación
internacional se frenó en las economías de mercado emergentes", apunta
el Banco de Pagos Internacionales.
En concreto, remarca que el crédito bancario hacia los
emergentes disminuyó en 52.000 millones de dólares (45.860 millones de
euros), en términos ajustados por el tipo de cambio, durante el primer
trimestre de 2015.
La emisión neta de títulos de deuda por las economías
avanzadas ascendió a 247.000 millones de dólares (217.834 millones de
euros) en el primer semestre de 2015, lo que supone el ritmo de
crecimiento más rápido registrado desde antes de la crisis financiera
mundial.
Sin embargo, en ese mismo periodo, los emisores de economías
emergentes colocaron títulos por valor de 137.000 millones de dólares
(120.823 millones de euros), un ritmo "bastante más lento que en los
tres años precedentes".
"Los indicadores de alerta temprana sugieren que
continúa la vulnerabilidad de las principales economías emergentes
frente al exceso de endeudamiento", añade.