BERLÍN.- Los mayores institutos alemanes de estudios de coyuntura revisaron el jueves a la baja sus previsiones de crecimiento de Alemania en 2015, debido a la desaceleración de la economía mundial.
"La economía alemana se encuentra en una fase de
expansión contenida", señalan de entrada en su informe semestral los
cuatro institutos (Ifo, RWI, DWI, IWH), que representan corrientes
económicas diferentes.
El PIB de la principal economía europea,
que registró un crecimiento de 1,6% en 2014, crecerá este año un 1,8%,
de acuerdo con los institutos, que en la pasada primavera calculaban esa
expansión en 2,1%.
La economía alemana viene dando señales de
pérdida de dinamismo desde hace varios meses, con un crecimiento de 0,3%
en el primer trimestre y de 0,4% en el segundo.
Los institutos
mantienen en cambio sin modificaciones su previsión para 2016, de una
expansión del PIB de 1,8%, similar ahora a la de 2015.
Las
previsiones de crecimiento de los institutos coinciden con las del
gobierno alemán (+1,8% en 2015 y 2016), que debe próximamente revisar
sus proyecciones. El FMI, por su lado, ya recortó ligeramente las suyas,
a 1,5%.
El informe del jueves confirma el cambio de paradigma de
los últimos años, con el consumo como principal motor de la economía, en
momentos en que las exportaciones se ven afectadas por la debilidad de
la demanda mundial.
"La expansión se sustentará en el consumo
privado", gracias a aumentos salariales y a las economías realizadas en
las facturas energéticas, debido a la caída del precio del petróleo,
explica el reporte.
Pero "dada la expansión moderada de la
economía mundial, las exportaciones solo podrán registrar un progreso
moderado", añade, citando en particular "los problemas en toda una serie
de países emergentes".
"Los riesgos sobre el clima económico
internacional han aumentado. Lo que vemos en China o en otros países en
desarrollo constituye sin duda un gran factor de riesgo para una
economía orientada a la exportación", afirmó Roland Döhrn, del instituto
RWI, en una conferencia de prensa en Berlín.
Los datos publicados
este jueves muestran un retroceso de 5,2% de las exportaciones alemanas
en agosto. Otros índices ya señaaron esta semana una caída de los
pedidos y de la producción industrial.
Los
institutos también empiezan a evaluar el impacto económico de la
llegada de centenares de miles de refugiados a Alemania en los últimos
meses.
El Estado deberá prever unos 4.000 millones de euros este
año y unos 11.000 millones en 2016 para organizar la acogida de ese
enorme flujo humano, pero no pesará en el presupuesto más que "un
pequeño programa de coyuntura", según Ferdinand Fichtner, del instituto
DIW.
También habrá en 2016 un "ligero aumento" del desempleo, que
pasará de 6,4% en 2015 a 6,5% en 2016, aunque los inmigrantes podrían
permitir a Alemania compensar el envejecimiento de su población,
prosigue el informe.
Alemania tendrá que enfrentar además el reto de superar el escándalo de los coches trucados de Volkswagen, que pone en riesgo la imagen de toda su industria, aunque aún es
imposible calcular el impacto de este factor, señaló Fichtner.