LISBOA.- El líder socialista
portugués, António Costa, se ha comprometido con las otras fuerzas de la
izquierda a no tocar los salarios, las pensiones o los impuestos sobre
rendimientos si fuera necesario aplicar medidas adicionales para
controlar el gasto.
Esta condición forma parte de las llamadas "reglas de oro" incluidas
en los acuerdos con el marxista Bloque de Izquierda y con el Partido
Comunista Portugués para preparar el programa alternativo de Gobierno
que Costa presenta hoy ante la Comisión Nacional del Partido Socialista.
Las fuerzas de la izquierda repasan este fin de semana los últimos
flecos de sus negociaciones ante la previsión de que el Ejecutivo
conservador de Pedro Passos Coelho tenga que dimitir la próxima semana,
cuando su programa de Gobierno sea rechazado en la Asamblea de la
República.
La posibilidad de que el presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva,
decida entonces encargar la formación del Gobierno a Costa como segundo
candidato más votado llevó a las fuerzas de la izquierda a ultimar sus
negociaciones para poder presentar una alternativa de Gobierno.
Costa ya aseguró el viernes que está cerrada "la parte más
importante" de los acuerdos, la relativa al programa de Gobierno, aunque
matizó que falta garantizar que haya condiciones para gobernar durante
toda la legislatura.
Marxistas y comunistas aceptaron que puedan ser necesarias medidas
adicionales a las previstas en el acuerdo, pero Costa se comprometió a
que no afecten a pensiones, salarios o impuestos sobre rendimientos,
según desveló uno de los participantes en las negociaciones citado hoy
por el semanario luso "Expresso".
Entre las medidas que incluirá ese programa figuran la devolución de
los recortes salariales a los funcionarios, el aumento del salario
mínimo hasta alcanzar los 600 euros a lo largo de la legislatura (desde
los 505 euros actuales) y la bajada del IVA a la restauración hasta el
13 %.
La izquierda también ha llegado a un acuerdo para dar marcha atrás a
la privatización de la gestión de los transportes urbanos de Lisboa y de
Oporto, una de las reivindicaciones defendidas por el Bloque de
Izquierda y los comunistas.
Después de que Costa presente hoy este programa ante la Comisión
Nacional del Partido Socialista, mañana será la Comisión Política de la
formación lusa la que se reúna para valorar los acuerdos con las fuerzas
de la izquierda.
Del otro lado, la Comisión Política del Bloque de Izquierda ya aprobó
esta semana el documento resultante de las negociaciones con los
socialistas, mientras que los comunistas todavía tienen pendiente la
valoración de su propio acuerdo, que se hará mañana durante el Comité
Central.
Si la alianza avanza, las tres fuerzas presentarán una moción de
rechazo al programa de Passos Coelho en el Parlamento y esperarán a que
Cavaco Silva decida si da posesión a un Gobierno socialista apoyado por
las otras fuerzas de la izquierda con representación en el Parlamento.
Aunque el jefe del Estado luso ya criticó esa fórmula, la mayoría de
los portugueses cree que será la opción por la que se decantará.
Según una reciente encuesta de Eurosondagem, el 55,7 % de los
portugueses cree que habrá un Gobierno de izquierdas en el país, aunque
sólo el 44,2 % se muestra partidario de esta opción.
Por el contrario, el 43,3 % opina que Cavaco debería mantener a
Passos Coelho al frente de un Gobierno en funciones hasta que sea
posible volver a convocar elecciones, lo que ocurriría a partir de
junio.
De hecho, si se realizasen ahora comicios en el país, volvería a
ganarlos la coalición conservadora de Passos Coelho y estaría más cerca
de la mayoría absoluta que la última vez: obtendría el 40,8 % de los
votos, 2,2 puntos porcentuales por encima del resultado de las últimas
elecciones, según Eurosondagem.
Los socialistas no han sido castigados en las encuestas por sus
negociaciones con los otros partidos de la izquierda, ya que su
intención de voto se sitúa en el 32,5 %, ligeramente por encima de su
último resultado electoral.