lunes, 11 de enero de 2016

Alarma general por la caída del petróleo / Julián González *

Suenan trompetas de Apocalipsis en el sector petrolero mundial. La caída del precio del crudo había resultado hasta ahora beneficioso para muchas economías y empresas, pero la nueva debilidad del barril por debajo ya de los 35 dólares comienza a inquietar. Los países productores ven que la principal fuente de su riqueza se derrumba, lo que está generando ya elevados déficits públicos, afectando a su política de gastos y a las importaciones de productos. Solo hay que ver el caso más dramático de Venezuela.

Arabia Saudí, Rusia, Argelia, Irán, México y Nigeria, entre otros, po­drían en­trar en di­fi­cultad si la si­tua­ción no se co­rrige, in­cluso con po­si­bles de­ri­va­ciones po­lí­ti­cas. Los ana­listas ad­vier­ten: un des­censo con­ti­nuado del ba­rril puede con­ver­tirse en un arma de doble filo para Europa. México, un país en plena pri­va­ti­za­ción de sus ne­go­cios pe­tro­lí­feros es de los que más están su­friendo. La pe­tro­lera es­tatal Pemex arrastra una fuerte crisis fi­nan­ciera y su valor ahora ha ba­jado res­pecto a hace dos años. Su pro­duc­ción ha caído de forma es­pec­ta­cu­lar. En 2015, pro­dujo 2,27 mi­llones de ba­rriles dia­rios frente a los 3,3 mi­llones que al­canzó en 2014.

En Argelia, el dé­ficit pre­su­pues­tario re­pre­senta ya el 12% del Producto Interior Bruto (PIB), y en Arabia Saudí el dé­ficit pú­blico se ha dis­pa­rado hasta el 15%. Según va­rios aná­li­sis, el pe­tróleo se­guirá du­rante el primer se­mestre de 2016 en el en­torno de los 40 dó­lares y habrá que es­perar hasta 2017 para ver el ba­rril por en­cima de los 50 dó­la­res. “Por de­bajo de los 35 dó­lares el ba­rril, las eco­no­mías de mu­chos países pro­duc­tores son di­fí­cil­mente sos­te­ni­bles”, señalan los ex­per­tos, a la vez que ad­vierten de la propia fra­gi­lidad po­lí­tica de mu­chos de ellos.

Según la ma­yoría de los ex­per­tos, una pro­lon­gada caída del ba­rril en 2016 re­du­cirá el cre­ci­miento eco­nó­mico mun­dial, de­bido a que, un des­censo del gasto y de las im­por­ta­cio­nes, afec­taría ne­ga­ti­va­mente a los países que com­pran pro­ductos y a las em­presas con las que tienen en marcha pro­yectos de in­fra­es­truc­tu­ras. Todo ello, sin contar con los riesgos de des­es­ta­bi­li­za­ción po­lí­tica que puede ge­ne­rarse. La di­rec­tora ge­rente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, ha aler­tado de estos ries­gos, es­pe­cial­mente sobre Nigeria, donde los in­gresos por la venta de pe­tróleo sus­tentan toda la eco­nomía del país.

Temor en los países con­su­mi­dores eu­ro­peos

Los países eu­ro­peos ne­ta­mente con­su­mi­dores de crudo temen que todo lo que les está re­sul­tando be­ne­fi­cioso por la caída de la fac­tura ener­gé­tica, se les puede volver tam­bién en su contra si ven re­cor­tadas sus ex­por­ta­cio­nes. En Francia, al­gunos ana­listas han co­men­zado a ad­vertir de tal ame­naza y señalan que el cre­ci­miento del país po­dría ser in­fe­rior al pre­visto. Además, la ra­len­ti­za­ción eco­nó­mica que sufre China y las ten­siones geo­po­lí­ticas in­citan a pensar en estas ame­na­zas, lo que hace temer que las pre­vi­siones de cre­ci­miento del 1,5% para este año que es­tima el primer mi­nistro fran­cés, Manuel Valls, po­drían no cum­plirse.

En Europa, sa­bemos que cuando Alemania es­tor­nuda el resto de los países co­mu­ni­ta­rios se cons­tipa. Pues igual su­cede con Arabia Saudí. Si la eco­nomía del mayor país pro­ductor de crudo sufre un res­friado, mu­chas em­presas cons­truc­toras y de bienes de equipo pueden en­trar en la UCI. El Gobierno saudí ha anun­ciado la po­si­bi­lidad de sacar a Bolsa la com­pañía es­tatal Aramco, la mayor em­presa mun­dial del sector como una vía de captar in­gre­sos. Riad va­lora la mul­ti­na­cional en bi­llones de dó­la­res, pero el se­cre­tismo que im­pera en la firma saudí im­pide cual­quier ta­sa­ción in­de­pen­diente. Algunas fuentes es­timan que po­dría estar va­lo­rada en hasta diez bi­llones de dó­la­res.

Una muestra de lo que puede valer este gi­gante pe­tro­lero la te­nemos si se com­para, por ejem­plo, con ExxonMobil. Sus re­servas pe­tro­lí­feras están va­lo­radas diez veces más que las de esta mul­ti­na­cional es­ta­dou­ni­dense. Su pro­duc­ción de pe­tróleo re­pre­senta el doble del nú­mero dos mun­dial, la rusa Rosneft. El po­ten­cial de la com­pañía es­tatal saudí su­pera los 260.000 mi­llones de ba­rriles mien­tras que las en­tregas me­dias su­peran los nueve mi­llones de ba­rriles dia­rios, con una punta de 10 mi­llones de ba­rriles dia­rios en di­ciembre pa­sado.

Con la caída que han su­frido las mul­ti­na­cio­nales pe­tro­leras mun­diales en Bolsa es di­fícil cal­cular lo que puede valer ahora Aramco. La ca­pi­ta­li­za­ción bur­sátil de ExxonMobil su­pera los 317.000 mi­llones de dó­la­res, lo que la con­vierte en la ter­cera com­pañía ame­ri­cana por ca­pi­ta­li­za­ción, por de­trás de Apple, pri­mera, con 540.584 mi­llones de dó­la­res, y Microsoft, se­gunda, con 416.700 mi­llones de dó­la­res.

La idea de sacar a Bolsa Aramco ha sor­pren­dido a la ma­yoría de los ex­per­tos. Primero, porque el precio del crudo co­tiza ac­tual­mente a ni­veles que no se re­gis­traban desde 2004, lo que des­acon­se­jaría salir en los pró­ximos meses a Bolsa. Y se­gundo, los pro­blemas que arras­tran las pro­pias mul­ti­na­cio­nales pe­tro­le­ras, cuyas co­ti­za­ciones se en­cuen­tran por los sue­los. La pe­tro­lera es­pañola, Repsol, co­tiza por ejemplo al nivel más bajo de las úl­timas dos dé­cadas -en el en­torno de los 9 dó­la­res-. La ita­liana ENI, por de­bajo de los 13 eu­ros, roza tam­bién los mí­nimos de me­diados de la dé­cada pa­sada.

El pro­blema de Arabia Saudí es que está ne­ce­si­tado de in­gresos de­bido a que su dé­ficit se ha dis­pa­rado hasta el 15%. Las au­to­ri­dades sau­díes to­marán la de­ci­sión en los pró­ximos me­ses. Una de las op­ciones que se ba­rajan es no poner a co­tizar la ma­triz Aramco donde está in­te­grado todo el ne­gocio de venta de pe­tróleo y, en cam­bio, sacar a Bolsa una de las fi­liales de re­fino y pe­tro­quí­mica. La ac­ti­vidad del re­fino está re­gis­trando me­jores re­sul­tados que la venta de crudo en sí, lo que podía hacer cam­biar de idea al Gobierno saudí.

Sea cual sea la de­ci­sión, lo que se de­muestra es que el mayor país pro­ductor de pe­tróleo está abriendo su eco­nomía y que ne­ce­sita in­gresos pú­blicos para poder pagar las in­fra­es­truc­turas que está rea­li­zando. La com­pañía ha lle­gado in­cluso a vender pe­tróleo a Europa por de­bajo del precio ofi­cial de mer­cado lo que evi­dencia las ne­ce­si­dades que tiene Arabia Saudí de lo­grar in­gresos adi­cio­na­les.

(*) Periodista español

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