PARÍS.- La Agencia
Internacional de la Energía (AIE) considera que el precio del petróleo
puede bajar todavía más por el exceso de oferta, agravado por el crudo
iraní suplementario y por una ralentización del aumento de la demanda de
los principales consumidores.
En su informe mensual sobre el mercado del petróleo publicado hoy,
calcula que la brecha entre la oferta y la demanda será de 1,5 millones
de barriles diarios en el primer semestre de 2016, en un escenario en el
que Irán incremente su producción en 600.000 barriles diarios para
junio.
Aun reconociendo las "considerables incertidumbres" sobre la
capacidad de Irán de poner en el mercado de forma inmediata 500.000
barriles diarios más -como ha anunciado Teherán- y de encontrar clientes
(en diciembre había sacado 2,91 millones de barriles), los autores del
informe estiman que a finales del primer trimestre el mercado podría
encontrarse con 300.000 barriles más.
Por eso se hacen eco de las advertencias de bancos de inversiones de
que el precio del barril, que a mediados de enero había marcado mínimos
en 12 años por debajo del listón de los 30 dólares, podría hundirse
todavía más, hasta el punto de que alguno de ellos ha llegado a hablar
de 10 dólares.
La agencia -que reúne a los principales países consumidores de
energía de la OCDE- recuerda que en 2015 la oferta mundial de crudo se
incrementó en 2,6 millones de barriles diarios, después de que en 2014
lo hubiera hecho en 2,4 millones (a un ritmo muy superior al del
consumo).
Es verdad que en diciembre la Organización de Países Exportadores de
Petróleo (OPEP) disminuyó su aportación en 90.000 barriles diarios
respecto al mes anterior, pero los 32,28 millones de barriles seguían
superando en más de un millón la de un año antes.
Pero sus principales miembros no tienen intención de ceder en
términos de cuota de mercado, empezando por Arabia Saudí, que ha
aumentado de forma significativa los precios del combustible en el
interior del país -y por tanto ha reducido las subvenciones-, lo que
aparece como un signo de que se prepara para un largo periodo de un
barril barato.
Respecto a la demanda, la AIE ha revisado a la baja sus previsiones
para 2016 ante la constatación de que el inicio de la temporada de
invierno en diciembre ha sido particularmente suave en Europa, Japón y
EEUU y, sobre todo, ante una evolución económica peor de lo esperado en
mercados emergentes clave como China, Brasil y Rusia.
El alza del consumo mundial de crudo, que había sido de 2,2 millones
de barriles diarios en términos interanuales en el tercer trimestre de
2015, pasó a ser de sólo un millón en los tres últimos.
La agencia anticipa que ese ascenso en el conjunto de 2016 se quedará
en 1,2 millones de barriles suplementarios, 100.000 barriles menos de
lo que había aventurado el mes pasado.
Una de las principales claves es el comportamiento de China, cuya
economía experimenta una ralentización pronunciada que tiene su reflejo
en el consumo de petróleo, que se quedó en 11,1 millones de barriles
diarios en noviembre, el último dato mensual disponible.
El ritmo de aumento de ese consumo había sido de 700.000 barriles
diarios en términos interanuales en la primera mitad de 2015, de 800.000
barriles en el tercer trimestre, pero de únicamente 200.000 en el
cuarto.
Para 2016, los expertos de la AIE consideran que el incremento en
China se quedará en 300.000 barriles diarios más que el pasado año de
media.
En el conjunto de la OCDE, las reservas comerciales se habían
incrementado de forma consecutiva durante nueve meses para llegar a
2.982 millones de barriles a finales de noviembre y los datos
preliminares para diciembre apuntan a que la tendencia ha continuado con
7,7 millones de barriles más.
Eso significaría que durante 2015 esas reservas han subido en un
volumen récord de 252 millones de barriles, a un ritmo de 700.000
barriles suplementarios cada día.
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