jueves, 14 de enero de 2016

Las pequeñas empresas alemanas temen el freno de la economía china

BERLÍN.- "Estamos viviendo una caída de la demanda china", reconoce Franz Hampel que, como muchos pequeños empresarios alemanes, sigue de cerca las turbulencias de la economía asiática y confía en que vuelva a crecer.

"Nuestros socios chinos están nerviosos. La actividad fue muy buena para ellos en los últimos años pero ahora se preguntan qué les depara el futuro", explica Hampel, presidente de una PME de 230 empleados especializada en muebles que trabaja en 20 países. "Las fuertes fluctuaciones de la moneda china" incitan a los compradores en China a frenar sus compras por falta de seguridad sobre el futuro, cuenta.
Garant-Möbel no es la única empresa preocupada por la economía china en una Alemania que está muy bien implantada en el país asiático desde hace años.
"Parece claro que el boom del crecimiento con dos dígitos se ha terminado", lamenta Jan-Christoph Block, director de ventas internacionales de Getriebebau Nord, una compañía de Bargteheide (norte) que fabrica motores y componentes. "Todavía se puede crecer pero cada vez es más difícil en este mercado", asegura.
Estos dos empresarios representan al llamado Mittelstand, el grupo de numerosas PME alemanas, muchas veces familiares, que exportan mucho y fueron pioneras en vender a China donde los productos 'made in Germany' son muy apreciados.
Igual que los grandes grupos del país como Volkswagen, BMW o BASF, las compañías del Mittelstand también están muy expuestas al freno de la economía china.
En 2016, el PIB chino crecería un 6,7%, menos que el 6,9% de 2015, lo que supondría su peor resultado desde 1990, según las previsiones del Banco Mundial.
En 2014, Alemania exportó a China por valor de 74.000 millones de euros, una cifra que no toma en cuenta las facturación de las filiales de empresas alemanas en el país.
Ese mismo año, los grandes grupos alemanes cotizados en la bolsa de Fráncfort facturaron 130.000 millones de euros en China, según el centro de estudios especializado EAC.
Estas cifras explican por qué las caídas de las bolsas chinas en las últimas semanas afectan directamente al DAX de Fráncfort, que ha perdido un 7,28% desde el 1 de enero.
Sin embargo, China sigue teniendo un "enorme potencial" de crecimiento, según Jan-Christoph Block.
"Actualmente hay más de 52.000 empresas alemanas activas en China que representan un millón de empleos. El freno de la coyuntura china no es indoloro para estas empresas. Pero el potencial sigue estando ahí", asegura Alexandra Voss, directora de la cámara de comercio germano-china en el norte del país asiático.
Muchas empresas confían en que surjan efecto las grandes inversiones con las que las autoridades de Pekín quieren convertir a China en un líder mundial de la innovación y las nuevas tecnologías y no en la gran fábrica del mundo que ha sido hasta ahora.
"Las preocupaciones relacionadas con China son exageradas", asegura Erik Nielsen, un economista de UniCredit, y explica que "los últimos índices sugieren que la actividad económica se estabiliza y que probablemente volverá a aumentar en los próximos meses".
En noviembre, los pedidos industriales alemanes superaron las previsiones gracias a un aumento dentro de Alemania pero también en el extranjero.
"Sería imposible que las empresas alemanas publicaran cifras si China se ralentizara dramáticamente", según Nielsen.
Franz Hampel tampoco pierde la esperanza. "China sigue siendo una oportunidad gracias al aumento del salario medio y porque hay cada vez más gente que quiere comprar bienes de consumo", asegura.

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