viernes, 8 de enero de 2016

El GUPC es denunciado penalmente en Panamá por "fraude contractual y falsedad"


PANAMÁ.- El Grupo Unidos por el Canal (GUPC), a cargo del principal proyecto de la ampliación del Canal de Panamá, fue denunciado penalmente ante la Justicia del país por "la posible estafa al Estado" a través de la presentación de reclamos económicos con cifras supuestamente infladas.

La "denuncia penal por fraude contractual y falsedad", fue presentada el jueves ante la Procuraduría General de la República por el abogado Juan Carlos Arauz, vicepresidente del Colegio Nacional de Abogados.
"Pedimos que se investigue la posible estafa al patrimonio del Estado" debido a que el consorcio ha presentado reclamos económicos "no justificados", explicó el letrado.
También se pide a la Procuraduría "el aseguramiento de cualquier suma de dinero, para impedir que el Estado panameño agrave su perjuicio o se cause una mayor lesión patrimonial", dijo el vicepresidente del gremio de abogados.
Explicó que lo que pretende la acción penal es activar una investigación que le "permitirá a Panamá en un momento determinado, incluso si llegan decisiones de los tribunales arbitrales (internacionales) que contradigan las investigaciones panameñas, que pueda invocar su orden público para el no cumplimiento de una decisión que estaría afectada por falsedad o el engaño en cuanto a los montos reclamados".
La denuncia penal argumenta que la información pública de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) indica que la Junta de Resolución de Conflictos (JRC o DAB por sus siglas en inglés) ha reconocido al GUPC en "cinco fallos" reclamos económicos por 283,3 millones de dólares, mientras que el consorcio pedía 803,07 millones de dólares.
El grupo, integrado por Sacyr de España, Salini Impregilo de Italia, Jan de Nul de Bélgica y CUSA de Panamá, ha presentado sobrecostes "no justificados que sin lugar a dudas ponen en escenario la posible estafa o su intento al erario público", indica la denuncia.
El contrato para la construcción del tercer juego de esclusas del Canal de Panamá, firmado por la ACP y el GUPC en el 2009 por 3.118 millones de dólares, contempla tres instancias para resolver las reclamaciones económicas: la primera, la propia Administración de la vía, la segunda, la JRC o DAB, y la tercera y última, el Tribunal de Arbitraje bajo las reglas de la Cámara de Comercio Internacional.
Arauz señala que quedando aún una instancia a la que puede acudir el consorcio, el Tribunal de Arbitraje, cabe la posibilidad de que allí se produzca una decisión que reconozca al GUPC todo el dinero que reclama, lo que constituiría un "grave perjuicio al Estado panameño".
"Mientras nos mantengamos en el suspenso o la duda de que hay falsedad (en los reclamos económicos de las empresas) el Estado panameño puede ser sorprendido en la instancia arbitral", alerta el abogado.
Los reclamos económicos presentados por el GUPC ascienden a entre 3.400 y 3.500 millones de dólares, dijo la semana pasada el administrador de la ACP, Jorge Quijano, quien sostuvo que el consorcio tiende a "no reflejar de manera correcta los costos" extraordinarios del proyecto.
El GUPC por su parte acusa a la ACP de pretender pagar muy por debajo de su valor real los costes extraordinarios, y de tardarse demasiado en desembolsar los pagos previstos en el contrato, lo que, ha dicho el consorcio, podría retrasar hasta seis meses la inauguración de la obra, que debió estar lista en octubre de 2014.
La inauguración de la ampliación tendrá lugar "alrededor de mayo", dijo la semana pasada el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, quien pidió al contratista entablar "un diálogo" con la ACP "que permita concluir las obras y dejar los reclamos legales en manos de las instancias competentes".

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