lunes, 4 de enero de 2016

Los mercados bursátiles arrancan el año con mal pie atribulados por China


PARÍS/NUEVA YORK.- Nuevas evidencias de la ralentización de la economía china derribaron el lunes las bolsas de ese país y provocaron caídas en todos los mercados mundiales de valores y materias primas.

Las bolsas de Shangai y Shenzhen cayeron un rotundo 7%, provocando por primera vez su cierre prematuro en virtud de un nuevo y controvertido mecanismo contra la volatilidad, y arrastrando a otros mercados del planeta.
"China estropea el principio de año" en las bolsas, destacaron los analistas del Crédit Mutuel CIC.
A ello se añaden las "tensiones entre Arabia Saudita e Irán (que) deberían incitar a los dos países a no limitar su producción (petrolera) para captar un máximo de recursos financieros", todo ello en un contexto de "gran debilidad de los precios del petróleo", añaden.
La caída del lunes fue consecuencia de la publicación de malos indicadores en la segunda economía mundial, en particular la contracción de la actividad manufacturera en diciembre, por quinto mes consecutivo.
Los mercados bursátiles sintieron el impacto: Londres cayó 2,39%, Paris 2,47%, Fráncfort 4,28%, Milán 3% y Madrid 2,42%.
Al otro lado del Atlántico las caídas fueron algo más leves. En Wall Street el Dow Jones cayó 1,58%. La Bolsa de Sao Paulo, la mayor de América Latina, perdió 2,79%.
El petróleo, en tanto, cayó abatido por China y las tensiones entre Arabia Saudí e Irán. En Nueva York barril de el WTI perdió 28 centavos y quedó en 36,76 dólares. En Londres el petróleo Brent bajó 6 centavos a 37,22 dólares.
En China, el hundimiento del índice CSI300, que aglutina las 300 principales compañías cotizadas en las dos bolsas, obligó a la suspensión de la cotización, aplicando por primera vez el nuevo reglamento de las autoridades de regulación.
En un primer momento la cotización fue suspendida durante 15 minutos pero no logró evitar el derrumbe.
El objetivo de la suspensión era frenar la alta volatilidad y evitar que se repitiera el crack de la bolsa china del año pasado.
Cuando se produjo el cierre adelantado de la sesión, el índice de Shanghái había perdido 6,86%, (242,92 puntos), hasta 3.296,26 enteros. En Shenzhen, la caída era del 8,22%, hasta 2.119,16 puntos.
La normativa que provocó esta situación y que entró en vigor este lunes ¿primer día de cotización en 2016 en China? prevé que si el índice CSI300, que incluye a grandes bancos y compañías petroleras estatales, gana o pierde un 7%, los intercambios quedan suspendidos por el resto de la sesión. El propósito es evitar el pánico, es decir los "riesgos sistémicos".
Pero algunos analistas consideran que este sistema puede ser contraproducente, agravando la volatilidad en lugar de reducirla. "El mecanismo es únicamente un instrumento y no ayudará al mercado a hallar su verdadero valor", dijo Shen Zhengyang, de Northeast Securities.
"Lo que más me inquieta es que la aplicación del sistema va a afectar la liquidez del mercado. Los inversores que quieren vender no pueden hacerlo, y los que quieren comprar, tampoco. Los intercambios se van a reducir si [estas suspensiones prematuras] se producen con demasiada frecuencia", explica.
El derrumbe de este lunes también se debe a que próximamente expirarán las medidas tomadas el año pasado por las autoridades para frenar el hundimiento de los mercados, según los analistas.
En julio, Pekín decidió temporalmente prohibir vender a los accionistas que posean más del 5% de una empresa cotizada en bolsa para evitar bruscos derrumbes bursátiles como los ocurridos en China a mediados de 2015.
La medida permitió frenar la hemorragia y la bolsa de Shanghái terminó el año en alza de 9,4%, mientras que la de Shenzhen tuvo una progresión anual del 63%.
Este sistema de suspensión de mercados existe en otros lugares. La bolsa de Nueva York aplicó un sistema similar a finales de los años 1980 ¿en caso de fluctuación superior al 20%? que fue utilizado por primera vez en 1997 pero que desde entonces se aplica raramente.
Las nuevas señales de desaceleración económica en China y las renovadas tensiones de Oriente Medio derrumbaron hoy los mercados bursátiles mundiales, tanto que Wall Street estuvo a punto de tener su peor comienzo del año en 84 años.
El Dow Jones de Industriales, el principal indicador del mercado de Nueva York, cayó hoy un 1,58 % en la primera sesión del año, después de haber cerrado 2015 con unos resultados decepcionantes.
Un último rebote media hora antes del cierre impidió un desplome mayor y evitó que el indicador quedara por debajo de la barrera psicológica de los 17.000 puntos, que llegó a perder durante la jornada por una sesión que comenzó con mal pie.
Los otros indicadores más importantes, el selectivo S&P 500 y el índice compuesto del mercado Nasdaq, en el que cotizan las principales firmas tecnológicas, cayeron, respectivamente, un 1,53 % y un 2,08 %.
El S&P 500, gracias también al rebote de última hora, pudo quedar por encima de los 2.000 puntos, no así el índice compuesto del Nasdaq, que perdió más de 100 puntos y terminó por debajo de los 5.000 enteros.
De no ser por el empujón de última hora, Wall Street habría cerrado con el peor comienzo de año desde 1932, para un ejercicio que, según los analistas, puede dejar muchas sorpresas, principalmente por incertidumbres internacionales que se intensificaron desde el cierre del ejercicio de 2015.
"Son temores generando más temores", dijo a la cadena CNBC el responsable de la gerencia de fondos de la firma Wells Fargo, John Manley.
Esos temores surgieron el fin de semana por las tensiones entre Irán y Arabia Saudí a raíz de la ejecución de un clérigo chií en Riad que había sido condenado a muerte por incitar protestas sociales en Arabia Saudí.
Los dos países son claves para resolver conflictos armados en la región, como el de Siria y Yemen, por lo que una rivalidad entre esas naciones, las de mayor peso en la región pero enfrentadas históricamente, genera temores en Wall Street.
Al igual que los mercados bursátiles asiáticos y europeos, Nueva York quedó impactado también por nuevos datos que dieron cuenta de un descenso en diciembre en la producción manufacturera china, el décimo retroceso en diez meses consecutivos.
La bolsa de Shanghái cayó un 6,86 %, la de Hong Kong un 2,68 % y la de Tokio un 3,06 %, con un impacto que, según avanzaba la jornada, dejó sentirse con fuerza en Europa.
El principal indicador de la Bolsa de Londres perdió un 2,39 %, el de París un 2,47 y el de Fráncfort un 4,28 %. El de Madrid, que vive fechas claves en el proceso político postelectoral, cayó también, un 2,42 %.
En el caso de Wall Street las transacciones se desarrollaron con una gran volatilidad, al volver al parqué los operadores tras el largo fin de semana que se prolongó desde el viernes por el festivo de fin de año.
Se habían ido a casa el jueves cerrando un año que, en el caso del Dow Jones, tuvo su primer retroceso negativo desde la crisis de 2008, en un ejercicio afectado por la desaceleración económica china y la caída de los precios del petróleo.
Aunque diciembre suele ser un mes de subidas en Wall Street, el último no lo fue, por lo que, al comenzar el nuevo año, el mercado pareció contagiarse del ambiente que se heredó del ejercicio anual anterior.
Los analistas creen que durante este año seguirán las pérdidas, a no ser que haya drásticos cambios en la economía china y en los precios del crudo, aunque a corto plazo pueda haber un rebote técnico.
"El mayor error sería decir: 'Dios mío, esto es pánico'", afirmó el analista financiero de la firma TD Ameritrade JJ Kinahan al destacar las enormes oportunidades que surgen tras las caídas de hoy y de las últimas semanas.

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