SHANGHÁI.- El índice general de
la Bolsa de Shanghái, el principal indicador de los parqués chinos,
cerró hoy con una caída de un 3,55 por ciento (106,68 puntos), en
2.900,97 puntos, en una nueva jornada de fuertes descensos, después de
haber vivido antes dos desplomes y otra importante caída en dos semanas.
El referencial shanghainés, que hoy había abierto ya cayendo un 0,95
por ciento, no pasó ni un solo minuto en positivo, y aunque sus pérdidas
habían oscilado con relativa moderación durante la mañana, se fueron
intensificando durante la sesión vespertina, habitualmente mucho más
volátil en los a menudo inestables mercados chinos.
En el otro mercado de valores del país, la Bolsa de Shenzhen, el
principal indicador local cerró también con una caída de un 3,35 por
ciento, en 9.997,92 puntos.
Tras su inestable inicio de 2016, Shanghái parecía haber recuperado
ayer cierta estabilidad, después de cambiar de tendencia en las dos
horas de sesión vespertina y tornar sus pérdidas de la mañana en
ganancias de un 1,97 por ciento, aunque eso fue por la caza de gangas
entre las fichas azules más abaratadas estos días.
Al efecto de esa búsqueda de oportunidades para invertir más a largo
plazo de parte de los inversores se sumó ayer el anuncio de que la nueva
normativa que hará que las nuevas ofertas públicas de valores (OPV) ya
no dependan del regulador sino de las propias bolsas se aplicará desde
el 1 de marzo paulatinamente y no de golpe.
Con todo, hoy ambas bolsas regresaron a su tendencia bajista de las
últimas semanas, con lo que Shanghái cerró por segunda vez hoy desde
2014 por debajo de la línea psicológica de los 3.000 puntos, señalada
como límite de riesgo por los analistas al inicio de la crisis
financiera internacional de 2008.
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