PEKÍN.- China divulga mañana
los datos de su Producto Interior Bruto del cuarto trimestre y del
conjunto del año pasado, para los que los analistas preven de forma
unánime una continuación de la progresiva ralentización económica.
El PIB chino creció un 6,9 % en los nueve primeros meses de 2015, y
el Gobierno ha previsto un incremento del PIB de "alrededor del 7 %"
para todo el año.
El primer ministro, Li Keqiang, avanzó el pasado sábado que la
economía habría cumplido ese pronóstico al crecer cerca de un 7 %
durante el pasado ejercicio.
Las autoridades chinas han señalado reiteradamente en los últimos
meses que necesitan mantener el crecimiento del PIB a un ritmo del 6,5 %
anual durante el quinquenio 2016-20 para hacer realidad su objetivo de
eliminar la pobreza en el país para ese último año.
En 2014, el PIB chino se incrementó un 7,3 %, la menor cifra en 24
años, de forma que una cifra para 2015 ligeramente inferior al 7 % (el
actual consenso de los analistas se sitúa en el entorno del 6,9 %)
arrojaría el menor crecimiento en un cuarto de siglo.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) subió en China un 1,4 % durante
el año pasado, por debajo del límite máximo del 3 % que se había fijado
el Gobierno y el menor aumento en seis años.
Además, el Índice de Precios al Productor, un indicador que mide la
inflación al por mayor, cayó un 5,2 % durante 2015, y bajó en diciembre
por cuadragésimo sexto mes consecutivo.
Con todo ello, los analistas y los mercados apuestan por una nueva
reducción de tipos de interés y del coeficiente de caja de los bancos a
fin de dinamizar el crecimiento económico chino, ya que la baja
inflación deja amplio margen para más estímulos monetarios.
El Banco Popular de China (central) ha aprobado sucesivos recortes de
tipos de interés (seis desde noviembre de 2014) y de coeficiente de
caja de los bancos en un intento de contener el debilitamiento económico
y promover el consumo privado y los servicios como nuevos motores del
crecimiento ante la pérdida de protagonismo del sector industrial.
Además, esta ralentización tiene importantes consecuencias en el
exterior. "El enfriamiento chino está poniendo presión en los (países)
exportadores de materias primas y de bienes de consumo", recordó un
análisis del gigante bancario HSBC.
La Oficina Nacional de Estadísticas de China también tiene previsto
divulgar mañana otros indicadores, como producción industrial, ventas
minoristas, inversión en activos fijos e inversión inmobiliaria, que
serán también importantes para calibrar la situación de la segunda
economía mundial.
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