TOKIO.- En septiembre de 2015, el Parlamento japonés aprobó un proyecto de ley
que permite a las fuerzas militares niponas tomar parte de nuevo en
operaciones militares en el extranjero en el marco de la así llamada "autodefensa colectiva", es decir, en
situaciones cuando la amenaza no afecta directamente a Japón, sino a
alguno de sus aliados.
Esta decisión marcó el fin del pacifismo
japonés, que duró 70 años. La aprobación del proyecto de ley fue
promovida por el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, y su Partido
Liberal Democrático (PLD), que gracias a su mayoría parlamentaria no
tuvo serios problemas para sacarla adelante, a pesar de las protestas de
la oposición.
Los
ambiciosos planes de Abe de remilitarizar el país nunca han sido un
secreto. No en vano, uno de los lemas de su campaña en 2012, fue "Traer
de vuelta a Japón", con lo que parecía referírse al regreso de la
antigua grandeza del Imperio japonés, que hasta su rendición en 1945
controlaba gran parte de Asia oriental y sudoriental, asegura la
orientalista Alexandra Urman.
Con
un presupuesto militar récord de más de 41.000 millones de dólares para
2016, la posición de Tokio coincide plenamente con los intereses de
EE.UU. en el contexto del conflicto existente con China.
Ante todo porque la principal justificación de la militarización del país, según Abe, es justamente la disputa territorial
con China sobre las islas Senkaku (Diaoyu en chino), además del
programa nuclear de Corea del Norte y, más recientemente, el Estado
Islámico, que a principios de 2015 mató a dos rehenes japoneses, subraya
Urman en un artículo publicado en el portal Slon.
Quienes
se oponen a la militarización de Japón se muestran preocupados ante la
posibilidad de que la nueva interpretación del artículo 9 de la
Constitución permita a los japoneses participar en las operaciones
militares de Estados Unidos. "Antes la Fuerza Terrestre de Autodefensa
de Japón combatía en el extranjero solo como parte de las misiones de
paz de la ONU, pero esta nueva interpretación de la Constitución amplía
los poderes de las tropas japonesas para llevar a cabo operaciones
militares junto con los estadounidenses, por ejemplo, en algún lugar de
Siria", sugiere Urman.
No hay comentarios:
Publicar un comentario