PARÍS.- El bajón del precio
de las materias primas y muy particularmente del petróleo es un riesgo
muy importante para las perspectivas económicas por la amenaza también
de una desestabilización sociopolítica en los países productores,
advirtió hoy Standard and Poor's (S&P).
"Estamos ante un riesgo muy importante", subrayó el economista jefe
de S&P para Europa, Oriente Medio y África, Jean-Michel Six, en una
conferencia de prensa en la que recordó que algunos analistas auguran
que el barril de petróleo podría caer a 25 dólares en los próximos
meses.
Six hizo notar que la cotización del barril de crudo no tiene que ver
únicamente con la disminución de la demanda de China sino, en gran
medida, con un exceso de oferta, y eso perturba los equilibrios de los
países productores, que disminuyen su demanda al exterior pero también
pueden verse desestabilizados.
De hecho, y pese a los sobresaltos bursátiles de las últimas semanas,
puntualizó que en su agencia de calificación están "algo menos
inquietos" que otros observadores sobre China que sobre "otros
emergentes", en concreto países que dependen de la venta de materias
primas.
Según su análisis, la ralentización de la progresión del Producto
Interior Bruto (PIB) de China era un fenómeno "ineluctable" por la
transición hacia otro modelo de producción con mayores salarios y con
productos de mayor valor añadido y debería ser "bienvenido" en la medida
en que es aceptado por las autoridades de Pekín.
De Brasil, sin embargo -país al que rebajaron la nota soberana en
septiembre al nivel de "bono basura"-, dijo que tiene "una situación
extremadamente grave" por el impacto que tiene la política monetaria de
Estados Unidos, el recorte de la demanda de materias primas de China y,
"sobre todo, por una gobernanza económica que tiene debilidades".
El economista jefe de S&P consideró que lo ideal con el petróleo
sería que hubiera una estabilización porque un mayor descenso reduciría
más la demanda al exterior de los productores y además anticiparía un
aumento posterior que podría ser descontrolado.
En cualquier caso, consideró que "por ahora la recuperación de la
zona euro aguanta" gracias a la demanda interna de sus miembros y a los
intercambios comerciales en su interior.
Sobre la política de compras masivas de títulos del Banco Central
Europeo (BCE), Six estimó que cuando se anunció en marzo pasado fue
"bien recibida" pero sobre su efectividad ahora pesan "un cierto número
de factores exógenos", en particular el "entorno internacional
deflacionista", que perturban su transmisión a la economía real.
De acuerdo con su análisis, mientras persista ese contexto
internacional, incrementar el programa de compra de títulos del BCE
parece "perfectamente inútil" porque hay suficiente liquidez en el
mercado.
Lo que juzga "probable" es que el BCE intente influir sobre el tipo
de cambio del euro frente al dólar con un descenso suplementario de los
tipos de interés (ya negativos) sobre los depósitos bancarios.
En cuanto a Estados Unidos, S&P espera un aumento progresivo de
los tipos de interés de la Reserva Federal, pero "extremadamente débil"
porque la fortaleza del dólar frente a otras divisas limita la necesidad
de ese incremento.
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