sábado, 9 de enero de 2016

El conflicto árabe hunde aún más el petróleo / Primo González *

El conflicto entre Irán y Arabia Saudí parece haber echado por tierra los acuerdos de hace algo más de un mes en el seno de la OPEP, cuando los países miembros decidieron ir ajustando a la baja su producción de petróleo para tratar de frenar el endiablado retroceso de los precios del crudo.

Irán está en condiciones de aumentar en breve plazo sus exportaciones en torno a un millón de barriles diarios por encima de lo que exporta en la actualidad. Una vez suavizadas las sanciones a causa de la querella nuclear, Irán puede normalizar poco a poco sus ventas de crudo, de modo que el acuerdo de la OPEP de hace un mes ya nacía con escasa virtualidad. Ahora, la afirmación iraní de que va a utilizar el petróleo como parte principal de su enfrentamiento con Arabia Saudí, puede echar más leña al mercado, es decir, más crudo al flujo comercial internacional, lo que agudizará la presión de los precios a la baja.

De momento, el conflicto entre Irán y Arabia, quinto y primer productor de crudo de la OPEP, no se está traduciendo en encarecimiento del precio, como se había temido en unos primeros momentos. Arabia ha lanzado de forma automática una oferta de precios más bajos a algunos de los principales clientes potenciales de Irán, lo que corta por lo sano la posible estrategia belicista de Irán en los mercados mundiales. De momento, lo más probable es que este conflicto sirva para abonar las razones por las que cabe esperar un precio del crudo a niveles históricamente bajos, los más bajos desde los primeros años de la década del año 2000. Este miércoles, el crudo ha llegado a cotizarse en los mercados internacionales a algo más de 36 dólares por barril. Nada que ver con los 115 dólares que se exigían a los compradores de petróleo a mediados del año 2014.

Las bajas cotizaciones del crudo han sentado, por ello, las bases para una etapa posiblemente más prolongada de petróleo barato. En los últimos meses, algunos acontecimientos de los que ha vivido el mercado petrolero abonan esta expectativa. Por un lado, la demanda mundial de petróleo se ha debilitado en consonancia con la menor intensidad de la actividad económica, a lo que se ha sumado en las últimas semanas la gradual caída de la intensidad de la economía de China y la persistencia de la crisis en los países emergentes.

La segunda razón que apoya la hipótesis de precios bajos persistentes es el elevadísimo nivel de existencias almacenadas en diferentes países consumidores. Los stocks de crudo e incluso de productos terminados han alcanzado cotas desconocidas hasta ahora. Esta acumulación de c existencias sigue en aumento porque en la actualidad la producción de petróleo está claramente por encima del consumo.

Y, como tercer factor, la producción de petróleo por métodos no convencionales en Estados Unidos, con las nuevas técnicas de extracción, sigue alcanzando cifras bastante elevadas, a pesar de que la estrategia saudí de tirar los precios para que los productores estadounidenses entrasen en quiebra no ha dado ningún resultado significativo.

(*) Periodista y economista español

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