martes, 5 de enero de 2016

El cultivo de flores en Gaza en declive por el bloqueo israelí y la falta de fondos

GAZA.- Esta temporada se le ha hecho más cuesta arriba que nunca a Abdulá Siam cultivar sus flores en Gaza y exportarlas a Europa, principalmente por las restricciones israelíes y la falta de fondos extranjeros que antaño impulsaban su negocio.

"He plantado hortalizas en lugar de flores para no desperdiciar los abonos agrícolas", comenta este agricultor de la localidad de Jan Yunes, en el sur de la Franja, que se queja de que sólo hace unos años la exportación de flores le reportaba enormes ingresos.
En la última década, Siam solía plantar 1,3 hectáreas con varios tipos de flores, principalmente rosas rojas y claveles, pero últimamente destina 1.000 metros cuadrados para cultivarlas y colocarlas en el mercado local.
"Solía vender mis flores en Europa y otros países árabes, pero en los últimos dos años, cada flor que cultivo aquí sólo logro venderla en los mercados de Gaza", lamenta.
Atrás quedaron aquellos años en los que cada hectárea cultivada de flores solía reportarle al menos 5.000 dólares de beneficio.
"Con las hortalizas únicamente logro sacar un 20 por ciento de los beneficios que solía cosechar con la exportación de flores a Europa", refiere Siam.
Como principal razón de la reducción del volumen de negocio apunta, en primer lugar, las restricciones israelíes impuestas a los productos que se exportan de Gaza a Europa desde 2007.
Con las graves pérdidas en el sector, lo único que les queda a agricultores como Siam es conformarse con seguir aprovechando sus tierras: "Las flores eran nuestras preciosas embajadoras en países europeos y también fuente de grandes ingresos. ¿Quién nos va a compensar por las pérdidas?".
Antes de entrar en barrena, la actividad había colocado a la franja mediterránea entre la quinta región del mundo donde se cultivaban flores de mejor calidad, especialmente rosas con un olor muy distintivo.
Holanda solía patrocinar y destinar fondos para proyectos que buscaban impulsar el sector y monopolizaba la comercialización de las flores desde Gaza entre los años 2005 y 2012, razón por la que florecieron numerosas explotaciones durante ese período.
Conforme a estimaciones de fuentes oficiales palestinas, cada año Holanda donaba 3 millones de dólares para un sector que miraba al exterior y situaba a la franja en el mercado internacional.
Ghasan Qasem, representante del Sindicato para el cultivo de flores y fresas en Gaza señaló a Efe que en 2012 Holanda interrumpió la financiación de estos proyectos, que sumado a las limitaciones israelíes a la exportación de flores, supusieron el fin de una era.
"Eso representó un duro golpe al negocio y provocó un grave declive", comentó, antes de apuntar que el alto porcentaje de sal en las aguas subterráneas de Gaza y la destrucción provocada por el último conflicto bélico con Israel en el verano de 2014 terminaron por rematar el futuro en el campo.
El cultivo y exportación de flores en la franja de Gaza alcanzó su punto álgido durante el período entre 2003 y 2006, cuando los agricultores solían exportar más de 40 millones de diferentes clases al año a Europa y a países árabes de la región.
En 2007 Israel impuso un duro bloqueo a Gaza y declaró la franja territorio hostil, tras la toma violenta por parte del movimiento islamista Hamás, impidiendo la exportación de varios productos, incluidas todas las variedades agrícolas.
Ocho años después, el bloqueo israelí y la división interna palestina han incrementado hasta datos alarmantes las tasas de pobreza y desempleo, según advierten organismos internacionales.
Pero en 2013 las autoridades israelíes suavizaron las restricciones y autorizaron una exportación reducida tras presiones internacionales, especialmente de la UE, permitiendo la salida al exterior de 15 millones de flores.
Tahsin al Saqa, director de comercialización en el Ministerio de Agricultura de Gaza, explicó a Efe que en toda la franja sólo se cultivan en la actualidad 5.000 metros cuadrados de flores al año para el consumo doméstico.
"El coste de cultivar la flor es muy alto debido al bloqueo israelí y las restricciones impuestas en la exportación, así como la falta de fondos internacionales y los altos porcentajes de agua subterránea contaminada", concluye Al Saqa, quien sin embargo, confía en que "la próxima temporada sea mejor".

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