viernes, 1 de enero de 2016

El vicepresidente venezolano dice que el cambio tributario "pechará al gran capital"

CARACAS.- El vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza, destacó que la reforma a la Ley de Impuesto a la Renta (ISLR) y otras normas decididas por el presidente Nicolás Maduro, solamente "pechará al gran capital".

"El presidente se ve en la obligación de buscar nuevos ingresos. ¿Dónde va a acudir? Evidentemente le va a pechar ingresos, mediante impuestos, al gran capital, no al pueblo, no a la clase media ni a los sectores populares", remarcó Arreaza en una rueda de prensa.
Es al gran capital al que "hay que sacarle la mayor cantidad de ingresos porque son quienes más ganan (...) quienes han fomentado una economía especulativa, quienes han burlado y han fomentado fraudes fiscales", añadió.
Maduro anunció anteanoche, en el marco del poder legislativo especial que tuvo los últimos doce meses y que feneció anoche, la reforma a cinco leyes, entre ellas la del ISLR con el fin de aumentar los ingresos ante una crisis económica derivada, entre otros, de la caída de los precios internacionales del petróleo, principal fuente de divisas del país, y de una "guerra económica" que denuncia en su contra.
Con esta reforma "elimino aquí la posibilidad de evasión que aún quedaban para eludir el pago de los impuestos", sostuvo Maduro, lo que Arreaza explicó luego con más detalles.
Además del ISLR "se va a cobrar" un impuesto adicional "sobre lo que está en la cuenta bancaria de la gran empresa" y también "sobre el total del ingreso que la misma haya recibido", dijo Arreaza.
Con estas decisiones, Arreaza calculó que "se puede lograr la duplicación" de la recaudación impositiva y garantizar los recursos "para cubrir la construcción de viviendas, la educación, la alimentación y las necesidades del pueblo".
El jefe de Estado venezolano anunció además reformas a la ley del régimen cambiario, en el marco del control estatal de divisas que rige en Venezuela desde hace doce años y que concede al Estado el monopolio de la compraventa de divisas.
La norma reformada, alertó Arreaza, prohíbe que se tenga como referencia a la hora de la definición de las estructuras de costos de todos los bienes y productos, y de la fijación de precios al consumidor final, cualquier tipo de cambio distinto a las tasas oficiales.
Estas van desde los 6,30 a los casi 200 bolívares por dólar, paridad esta última que se cuadruplica en el mercado paralelo y que la especulación considera a la hora de fijar los precios al público, pese al entramado jurídico y policial del Gobierno para impedirlo.
La lucha contra la especulación con divisas, según Maduro, "es uno de los mecanismos clave de la guerra económica" que sostiene le han declarado a su Gobierno los empresarios y la oposición política con el afán de dar al traste con su gestión presidencial.
Venezuela cerrará 2015 con uno de los peores ejercicios económicos de la región, una sensible escasez de productos y una inflación que, pese a que se desconocen datos oficiales de todo lo que va de año, el propio Maduro estimó que rondará el 100 %, el porcentaje más escandaloso en los últimos 17 años que, asimismo, se multiplica en las cuentas extraoficiales.

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