MADRID.- España ha abierto hoy una nueva emisión sindicada a
diez años, en la que los bancos colocan directamente la deuda entre
inversores, y que ha recibido una extraordinaria acogida por parte de
los inversores, cuyas peticiones ascienden ya a 27.000 millones de
euros.
Según fuentes del mercado, esta fuerte demanda
hará que el volumen de deuda finalmente colocado sea muy alto y la
operación se cierre a un precio de entre 105 y 110 puntos básicos sobre
mid-swap, referencia de emisiones a tipo fijo, lo que se traduce en un
cupón próximo al 2 %.
Será la primera subasta de España en 2016, un año en el que se ha
fijado como objetivo una emisión neta de 45.000 millones, un 9,1 %
inferior a la prevista en los Presupuestos Generales del Estado.
A través de la operación sindicada un grupo de bancos -Barclays,
BBVA, BNP, CaixaBank, Citi y Morgan Stanley- coloca directamente la
deuda entre grandes inversores, aunque sea a un coste ligeramente
superior.
Así el Tesoro pondrá en el mercado un nuevo bono a diez años, con
vencimiento el 30 de abril de 2026, dos días antes de que se subasten
bonos a tres y cinco años, y obligaciones que vencen en 2023, con los
que espera captar entre 4.000 y 5.000 millones.
Además de ser la primera del año, la emisión sindicada de hoy llega
poco después de la investidura del nuevo presidente de la Generalitat de
Cataluña, Carles Puigdemont, que aboga por la independencia de la
región, y tras las elecciones generales, de las que todavía no ha salido
un gobierno.
Y es que los comicios que se celebraron el pasado 20 de diciembre
dejaron un panorama político inestable, ya que, aunque el Partido
Popular obtuvo el mayor número de votos, se quedó muy lejos de obtener
una mayoría suficiente para gobernar en solitario.
Pese a que desde aquel momento se ha producido un periodo de diálogo
político, hasta la fecha no se ha podido alcanzar un pacto para formar
gobierno, pero a tenor de las peticiones, los inversores siguen
mostrando interés por España.
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