viernes, 29 de enero de 2016

'Fitch' mantiene la deuda española en aprobado alto


LONDRES.- La agencia de calificación de riesgos Fitch ha mantenido hoy la calificación de la deuda soberana española en aprobado alto con perspectiva estable (BBB+), al asumir que la mayor "incertidumbre política" no hará "descarrilar" el crecimiento económico y que Cataluña seguirá perteneciendo a España. Fitch ha confirmado así el 'rating' de emisor a largo plazo por el "fuerte ciclo de recuperación" económica que experimenta el país.

En su revisión de la nota española, la agencia resalta, no obstante, el riesgo de que se debiliten las dinámicas de reformas y consolidación fiscal al haberse incrementado, tras las elecciones del 20 de diciembre, la posibilidad de un gobierno apoyado por elementos políticos "más radicales".
Por ello consideran que, desde su última revisión en octubre, los riesgos de un periodo de incertidumbre prolongado o de un gobierno inestable se han elevado.
Según Fitch, la composición del próximo ejecutivo sigue siendo incierta, con varias posibilidades abiertas, incluidas unas nuevas elecciones.
En cuanto a la situación en Cataluña, su escenario base es que habrá un acuerdo entre Madrid y Barcelona para acometer reformas regionales y para una mayor autonomía de Cataluña dentro de España.
A pesar de que recuerdan que una independencia completa de Cataluña no es posible según la constitución española, destacan que "los recientes acontecimientos subrayan nuestra visión de que será un proceso desafiante".
A su juicio, la decisión del parlamento catalán de iniciar un proceso de independencia, que fue confirmado por el nuevo presidente catalán, Carles Puigdemont, recuerdan, añadió incertidumbre política.
"La incertidumbre en torno a las futuras relaciones entre Cataluña y el resto de España podría dañar la confianza económica y la inversión", recalca la agencia, para la cual la independencia tendría un impacto negativo en la deuda española.
En todo caso, Fitch asume a la hora de evaluar la calidad crediticia del país que lo que existe es una presión para una mayor autonomía catalana, perspectivas de acuerdo y una potencial deslocalización financiera durante la transición hacia un nuevo pacto.
Además, según Fitch, tanto el país como la eurozona lograrán evitar una deflación duradera, con ayuda, entre otros, del programa de compra de activos del Banco Central Europeo (BCE), si bien el riesgo de deflación podría intensificarse en caso de nuevos "shock" económicos, alertan.
La tercera suposición que esgrime la agencia en su análisis para mantener la nota española es que las actuales políticas para el equilibrio fiscal se mantendrán en su mayor parte, con un posible superávit primario del 0,1 % del Producto Interior Bruto (PIB) en 2017.
Para la agencia, España se está beneficiando de un fuerte crecimiento cíclico, con un crecimiento del PIB del 3,2 % en 2015 -así lo ha adelantado hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE)-, el mayor entre las mayores economías de la eurozona.
Los motivos los encuentra Fitch en la demanda doméstica y un mercado de trabajo cada vez más fuerte, a pesar de un alto nivel de desempleo, así como en la confianza de los consumidores, los bajos precios del petróleo y la mayor facilidad para el crédito.
Según la agencia, el crecimiento del PIB español será del 2,6 % en 2016 y 2.3 % en 2017.
En cuanto al déficit público, calculan que será del 3,5 % en 2016 y del 2,9 % en 2017, con una deuda pública que llegará al 100,2 % del PIB este año (frente a la media del 42,7 % de otros países calificados con aprobado o BBB).
A su vez, el sector financiero, para Fitch, ha continuado su recuperación, con ayuda del fuerte crecimiento económico y de la estabilización de los precios de la vivienda.
Fitch se muestra dispuesta a mejorar la deuda española si se reduce el déficit y la deuda pública, si mejora de la balanza de pagos o si hay mayor confianza en un crecimiento sostenido, sin crear desequilibrios macroeconómicos, y apoyado en reformas estructurales.
Por el contrario, advierte de que un periodo prolongado de incertidumbre política, un gobierno inestable o un crecimiento de las tensiones entre Madrid y Cataluña podrían suponer una revisión a la baja de la nota de la deuda soberana.
"España se beneficia de un fuerte ciclo de recuperación", ha afirmado Fitch, recordando que el crecimiento estimado del PIB en 2015 fue del 3,2%, "el mayor de la eurozona", gracias a la demanda doméstica, el mercado laboral, las condiciones de crédito y el precio del petróleo.
Fitch ha destacado asimismo que "el desempleo ha caído alrededor de dos puntos y medio durante 2015, cerrando el año en torno al 21%, aunque todavía es el mayor ratio en la eurozona".
También ha valorado que el déficit presupuestario ha pasado del 5,9% en 2014 al 4,6% en 2015, a pesar de lo cual "todavía sigue por encima del objetivo del 4,2%".
Como factores negativos, Fitch ha apuntado a la "creciente incertidumbre política" por la posibilidad de que haya "un gobierno inestable" y "aumenten las tensiones entre los gobiernos de Cataluña y España".
"Las elecciones generales del 20 de diciembre confirmaron un panorama político fragmentado. La composición del próximo gobierno sigue siendo incierta con varias opciones posibles, incluidas nuevas elecciones", ha dicho.
En concreto, ha hecho hincapié en que "la potencial dependencia de elementos políticos radicales para sostener una coalición de gobierno amenaza con debilitar la dinámica de las reformas".
Fitch ha señalado igualmente a "la decisión de noviembre del Parlamento de Cataluña de iniciar formalmente un proceso de 18 meses hacia la independencia, que ha aumentado las tensiones entre los gobiernos de Cataluña y España".
Este "proceso desafiante" podría perjudicar "al espíritu económico y la inversión". En este sentido, la agencia ha augurado "un impacto negativo en la solvencia soberana de España" e incluso "una deslocalización financiera".
Sin embargo, Fitch asume que "habrá un acuerdo entre Madrid y Barcelona para una reforma regional y más autonomía para Cataluña". La agencia se ha mostrado convencida de que Cataluña seguirá formando parte de España en el futuro.
España obtuvo el 'rating' de 'BBB+' en abril de 2014, cuando Fitch decidió elevar en un escalón la nota del país al considerar que los riesgos para su solvencia habían descendido y como consecuencia de una mejora de las condiciones financieras, una perspectiva económica más positiva y la evolución de las cuentas públicas.
Esta semana, Fitch indicó que el crecimiento de la economía española ha sido el más fuerte entre las grandes economías de la eurozona, al registrar una expansión "ligeramente superior al 3%, además de mantener su previsión de incremento del PIB en un 2,5% en 2016 y un 2,2% en 2017.
Fitch ha sido la primera de las tres principales agencias de calificación del sector en valorar el 'rating' de España, del que prevé realizar una segunda revisión el próximo 29 de julio.
La segunda será Moody's el próximo 19 de febrero, que revisará el 'rating' situado en 'Baa2' con perspectiva 'positiva'. Por último, Standard & Poor's evaluará el 'rating' 'BBB+' con perspectiva 'estable' asignado a España el próximo 1 de abril.

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