BRUSELAS.- La eurozona cerró el
año 2015 con una tasa de inflación interanual del 0,2 % en diciembre,
con lo que mejoró con respecto al año anterior cuando fue negativa con
un 0,2 %, pero sigue lejos del objetivo del Banco Central Europeo (BCE).
Los datos adelantados publicados hoy por la agencia comunitaria de
estadística, Eurostat, revelan que la tasa se mantuvo por tercer mes
consecutivo en terreno positivo, desde el 0,1 % registrado en octubre y
el 0,2 % observado en noviembre pasado.
De esta manera, la tasa sigue lejos del objetivo de la política monetaria del BCE para mantener la estabilidad de los precios.
La entidad, con sede en Fráncfort (Alemania), pretende mantener las tasas por debajo pero cerca del 2 % a medio plazo.
Los Diecinueve cerraron el ejercicio en positivo después de
arrancarlo en negativo (0,6 %) y mantener esa tendencia hasta abril
cuando finalmente se situó en zona neutral (0,0 %).
Ya en mayo, la tasa comenzó a remontar ligeramente, al ritmo del 0,3 %
y el 0,2 % hasta julio antes de volver a descender al 0,1 % en agosto y
sumergirse de nuevo en terreno rojo en septiembre (0,1 %).
Hacia finales de año, la tasa interanual se mantuvo en el 0,1 % en octubre y en el 0,2 % en noviembre.
Por componentes, la tasa de inflación de los alimentos, bebidas
alcohólicas y tabaco tuvo su mayor cuota anual en diciembre, situada en
el 1,2 %, frente al 1,5 % de noviembre.
Le siguieron los servicios, que se quedaron en el 1,1 % en diciembre
respecto al 1,2 % de noviembre, en tanto que los bienes industriales no
energéticos permanecieron en el 0,5 % en comparación con el mes
anterior.
Los precios de la energía experimentaron una tasa negativa del 5,9 %, menos que el 7,3 % registrado en noviembre, no obstante.
El BCE predijo en sus últimas proyecciones de diciembre una inflación del 0,1 % en 2015.
La inflación subyacente, que excluye el impacto de la energía y los
alimentos, considerados los elementos más volátiles, se situó en el 0,8 %
en diciembre y, si se descarta también el alcohol y el tabaco, la tasa
fue del 0,9 %.
El bajo nivel de inflación refleja una intensificación de las
presiones a la baja derivadas de los precios de la energía, relacionadas
con la caída más reciente de los precios del petróleo, según la entidad
dirigida por Mario Draghi.
La entidad monetaria de la eurozona prevé que la inflación repuntará hasta el 1,0 % en 2016 y el 1,6 % en 2017.
Draghi ha asegurado que la institución hará todo lo que debe para que
la inflación suba lo antes posible, pero aún no ha logrado aumentar la
tasa de manera considerable.
El BCE compró desde marzo pasado deuda pública y privada por valor de
60.000 millones de euros mensuales en el marco de un programa que
estaba previsto hasta septiembre de 2016.
En diciembre prolongó el programa de estímulos hasta marzo de 2017, pero no aumentó el volumen mensual de compra.
El BCE comprará ahora también deuda de gobiernos regionales y locales de la zona del euro.
El consejo de gobierno del BCE decidió además encarecer más la tasa
de interés de depósito, por la que remunera el dinero a los bancos a un
día, en 10 puntos básicos, hasta el -0,30 %.
La entidad mantendrá el próximo día 13 una reunión de política no
monetaria en Fráncfort y el 21 el consejo de gobierno sí entrará en esa
materia, según el calendario del BCE.
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