TRÍPOLI.- Unidades de asalto
de la rama libia del grupo yihadista Estado Islámico (EI) atacaron hoy,
por segundo día consecutivo, el puerto petróleo de Sidra, el mayor de
Libia, informó un responsable de seguridad de la ciudad vecina
Ajdabiya.
Según su relato, los ataques se suceden desde el alba tanto en el
exterior de este terminal de carga petrolera como en el vecino puerto de
Ras Lanuf y en el extrarradio de la ciudad de Ben Jawad, parte de la
cual ha caído en manos de los extremistas.
"Esta mañana han retomado el intento de asalto del puerto después de
que ayer fueran repelidos por las fuerzas de Seguridad" afines al
gobierno de Tobruk, señaló la fuente.
El asedio a ambas terminales se inició el lunes con una primera
ofensiva en la que, según responsables de Seguridad libios, murieron
cuatro presuntos yihadistas, entre ellos uno de los principales
comandantes de la organización, identificado como Abu Himam al Tunisi
En el combate también perdieron la vida dos agentes de estas fuerzas,
que lidera el miliciano y señor de la guerra Ibrahim Yidran, leal al
general Jalifa Hafter, jefe del Ejército leal al gobierno en Tobruk.
"Los miembros del EI vinieron a bordo de unos 70 vehículos armados
para intentar tomar el control del puerto petrolero", precisó ayer la
fuente.
Mientras, aviones de combate procedentes de una base en la ciudad de
Misrata y bajo el mando del general Hafter contribuyeron a la defensa de
esta terminal de exportación con bombardeos desde la primera hora de la
mañana, añadió la fuentes.
El portavoz de la Compañía Nacional de Petróleo (CNP), Mohamed al
Harari, confirmó que los ataques causaron un grave incendio en un
depósito que almacenaba el equivalente a unos 420.000 barriles de crudo.
Los dos puertos petroleros de Sidra y Ras Lanuf permanecen cerrados
desde hace un año a causa de los ataques aéreos y los combates entre las
facciones rivales.
Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde
que en octubre de 2011, la OTAN apoyara con bombardeos aéreos a los
rebeldes y contribuyera así a derrocar al régimen dictatorial de Muamar
al Gadafi.
De la división política y el enfrentamiento militar entre los dos
gobiernos rivales de Tobruk y Trípoli se aprovechan grupos afines a la
rama libia del yihadista Estado Islámico y a la organización de Al Qaeda
en el Magreb Islámico, que han comenzado a avanzar por la costa
mediterránea y extendido su influencia al norte de África.
En el último año, los radicales se han asentado en la localidad de
Derna, fronteriza con Egipto, han penetrado en barrios de la ciudad de
Bengasi, la segunda en importancia del país y conquistado la mayor parte
de Sirte, urbe costera situada a unos 450 kilómetros de Trípoli.
Además, han puesto cerco a las principales instalaciones petroleras y
penetrado en la ciudad de Sabratah, a medio camino entre la capital y
la frontera con Túnez.
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