lunes, 4 de enero de 2016

¿Por qué la eurozona crece menos que EE. UU.? / Servicio de Estudios de 'La Caixa' (España)

Las perspectivas de crecimiento en Europa no son halagüeñas a medio y largo plazo. Si bien es cierto que la eurozona está recuperándose, con crecimientos previstos del 1,5% en 2015 y del 1,8% en 2016, conviene recordar que parte de esta recuperación se apoya en vientos de cola favorables: el bajo precio del petróleo, la política monetaria expansiva y la depreciación del euro. De hecho, las previsiones de crecimiento más allá de 2016 de los principales bancos centrales y organizaciones internacionales son considerablemente más bajas que para 2015 y 2016.

El FMI, por ejem­plo, es­tima un cre­ci­miento po­ten­cial a medio plazo de tan solo el 1%.1 Para iden­ti­ficar con más pre­ci­sión los ele­mentos que en­som­brecen las pers­pec­tivas de la eu­ro­zona, este Focus des­com­pone el cre­ci­miento de los úl­timos 15 años entre la apor­ta­ción de los dos fac­tores de pro­duc­ción, el ca­pital y el tra­bajo, a nivel agre­gado y la apor­ta­ción de la pro­duc­ti­vi­dad.

Empezando por el aná­lisis de la pro­duc­ti­vi­dad, de­fi­nida aquí como la pro­duc­ti­vidad total de los fac­tores (PTF),2 su es­caso cre­ci­miento es un pro­blema para el con­junto de la eu­ro­zona, pero es­pe­cial­mente para la pe­ri­fe­ria, re­gión que ha re­gis­trado una per­sis­tente dis­mi­nu­ción de esta va­riable (en el pe­riodo 1999-2014, el cre­ci­miento pro­medio de la PTF en la pe­ri­feria ha sido de –0,7%). Sin em­bargo, el nú­cleo no está exento de di­fi­cul­ta­des, ya que, desde 2007, tam­bién está ex­pe­ri­men­tando un de­te­rioro pro­duc­tivo, aunque menos acu­sado (véase el primer grá­fi­co).

La con­tri­bu­ción total del ca­pital al cre­ci­miento se puede di­vidir entre ca­pital tec­no­ló­gico y no tec­no­ló­gico. El se­gundo ha con­tri­buido al cre­ci­miento en la eu­ro­zona igual, o in­cluso más, que en EE. UU. No es el caso del ca­pital tec­no­ló­gico, factor en el que los países eu­ro­peos no han es­tado a la al­tura de EE. UU. Esta di­fe­rencia ha re­sul­tado de­ter­mi­nante a la hora de ex­plicar el di­fe­ren­cial de cre­ci­miento entre el PIB es­ta­dou­ni­dense y el de la eu­ro­zona (tanto en el nú­cleo como en la pe­ri­fe­ria), es­pe­cial­mente en el pe­riodo pre­crisis (1999-2006).

La con­tri­bu­ción del factor tra­bajo tam­bién ha sido im­por­tante, en par­ti­cular la can­tidad de horas tra­ba­ja­das. En el pe­riodo pre­cri­sis, la con­tri­bu­ción al cre­ci­miento de la can­tidad de em­pleo era mayor en la eu­ro­zona que en EE. UU. y el Reino Unido, au­pada sobre todo por la pe­ri­fe­ria. Sin em­bargo, desde el es­ta­llido de la cri­sis, el nú­mero de horas tra­ba­jadas en la pe­ri­feria se ha des­plo­mado, arras­trando con­sigo a la eu­ro­zona en con­junto. Por otro lado, la con­tri­bu­ción de la ca­lidad del tra­bajo en el pe­riodo 1999-2014, que no fue ex­ce­si­va­mente alta (en torno a 0,2 p. p.), fue tanto es­table en el tiempo como si­milar entre paí­ses.

Por tanto, el di­fe­ren­cial del cre­ci­miento de la eu­ro­zona con res­pecto al de EE. UU. se puede ex­plicar prin­ci­pal­mente por un menor cre­ci­miento de la pro­duc­ti­vidad total de los fac­tores y, en menor me­dida, por la menor con­tri­bu­ción del ca­pital tec­no­ló­gico (véase el se­gundo grá­fi­co). La evo­lu­ción de la can­tidad de tra­bajo en el pe­riodo pre­crisis con­tuvo las di­fe­ren­cias en el cre­ci­miento del PIB cau­sadas por la PTF y el ca­pital tec­no­ló­gico, pero, desde 2007, y es­pe­cial­mente en la pe­ri­fe­ria, la des­truc­ción ma­siva de em­pleo no hizo sino au­mentar este di­fe­ren­cial.

Una vez de­tec­tadas las causas de las di­ver­gen­cias en la ca­pa­cidad de cre­ci­miento en el pa­sado, toca mirar al fu­turo para co­rre­gir­las. Por un lado, sería im­por­tante que la con­tri­bu­ción de la ca­lidad del tra­bajo fuera ma­yor. Por otro lado, la po­lí­tica eu­ropea de­bería fa­ci­litar un en­torno que in­cen­ti­vara a los ac­tores eco­nó­micos a in­vertir más en ca­pital tec­no­ló­gico. En cuanto a la PTF, las re­co­men­da­ciones van en dos di­rec­cio­nes: me­jorar el marco re­gu­la­torio para au­mentar la com­pe­tencia y re­ducir la frag­men­ta­ción del mer­cado. Tanto la Comisión Europea como el FMI, por ejem­plo, acon­sejan ir hacia un mer­cado único de ca­pi­tal, trans­porte, energía y eco­nomía di­gi­tal.
  1. IMF Country Report No. 15/204 «Euro Area Policies», 2015.
  2. La PTF se cal­cula como la di­fe­rencia entre el cre­ci­miento de la eco­nomía y la apor­ta­ción al cre­ci­miento del factor tra­bajo y del factor ca­pi­tal.

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