martes, 5 de enero de 2016

Preocupan en Colombia los pronósticos de extensión del fenómeno 'El Niño'

BOGOTÁ.- Las autoridades colombianas reaccionaron hoy con preocupación ante pronósticos internacionales sobre una eventual extensión de los efectos del fenómeno de El Niño la cual podría empeorar una situación extrema que pone a prueba las reservas hídricas de la nación. 

Centros de seguimiento de la situación climática, como la transnacional Interconexión Eléctrica (ISA), sostienen que el fenómeno climático se encuentra actualmente en altos niveles de intensidad y que probablemente esa situación se extenderá hasta mitad de año.

Expertos nacionales habían previsto que los efectos de El Niño, en cuanto a sequía, se seguirían sólo hasta marzo, cuando comenzaría la temporada de lluvias.

María Nohemí Arboleda, gerente del centro nacional de despacho de firma XM, filial de ISA en Bogotá, manifestó que ante la probabilidad de que la temporada seca se extienda hasta después de abril, en Colombia habrá que analizar qué hacer y valorar hasta dónde llegará el efecto real del fenómeno climático.

La especialista lamentó que la demanda eléctrica sigue aumentando en el país, lo que es demostrativo de que no se acatan las recomendaciones y peticiones del gobierno nacional para que haya mayores ahorros energéticos.

La energía hidroeléctrica en Colombia cubre entre 70 y 80 por ciento de la generación nacional y en la actualidad ya anda por 46 por ciento de la demanda, que se debe suplir con la sobreproducción de las termoeléctricas a partir del petróleo y gas.

De acuerdo con expertos, las consecuencias del fenómeno de El Niño son múltiples en el territorio nacional, donde, por ejemplo, en diciembre sólo llovió la mitad de lo que normalmente se registra.

No obstante, en las últimas horas se reportaron precipitaciones en algunos territorios de la geografía colombiana.

La disminución de los niveles de embalses alcanza actualmente poco más del 60 por ciento, mientras que el caudal de los ríos Magdalena y Cauca, con registros históricos de descenso de sus aguas, comienza afectar la navegación fluvial, que es notable en esta nación andina.

Reportes televisivos mostraron este martes la disminución del servicio de transporte en embarcaderos a lo largo de ríos caudalosos que atraviesan el país por la salida de operación de unidades de superficie que usan motores fuera de borda, imposibilitadas de opera por el bajo calado.

En cuanto a la agricultura, el titular de esa cartera, Aurelio Iragorri, manifestó que vendrán tres meses muy duros por la falta de agua que retrasarán las siembras, con mermas sustanciales en la producción y la consiguiente baja de ofertas de alimentos.

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