LONDRES.- El Reino Unido necesitará en 2016 aplicar nuevos
recortes para hacer frente a los crecientes riesgos económicos asociados
a la situación internacional, expresó hoy el ministro del Tesoro
británico, George Osborne.
A juicio del funcionario, "el único antídoto es
enfrentarse a la complacencia y cumplir con el plan que pusimos en
marcha", a fin de continuar las llamadas medidas de austeridad.
En reunión con directivos empresariales en Cardiff, Osborne consideró que "el año pasado fue el peor para el crecimiento global desde la caída financiera y este año comienza con un peligroso cóctel de nuevas amenazas desde todo el mundo".
El político opinó para la economía británica no hay misión cumplida y quien estime lo contrario "está cometiendo un grave error", pues según dijo resultan indispensables cambios perdurables.
En relación con el entorno global, señaló elementos preocupantes como la volatilidad de los mercados, el descenso en el ritmo de crecimiento económico de importantes potencias y el aumento de los conflictos geopolíticos.
"Sólo llevamos siete días del nuevo año y ya tuvimos noticias preocupantes respecto a caídas en los mercados en todo el mundo, la ralentización en China y profundos problemas en Brasil y en Rusia", comentó.
Entre los factores de riesgo incluyó también las abruptas caídas en los precios del petróleo y de otras materias primas fundamentales.
El titular del Tesoro caracterizó la situación como de suma volatilidad, con "sensación de incertidumbre en el mundo", y "los acontecimientos políticos en Oriente Medio, con Arabia Saudita e Irán, nos preocupan a todos", agregó.
Instituciones internacionales, entre ellas el Banco Mundial (BM), también predicen un 2016 con resultados poco alentadores en cuanto a la evolución del Producto Interno Bruto (PIB) a escala global, lo cual restará recursos al combate contra la pobreza.
Esta semana el BM recortó el cálculo y situó el posible aumento del PIB mundial en apenas 2,9 puntos porcentuales.
Estados Unidos y la zona euro tendrán un ejercicio económico inferior al esperado, con alzas anuales de 2,7 y 1,7 por ciento, respectivamente; es decir, una décima de punto porcentual por debajo de la anterior previsión, reportó el organismo.
En reunión con directivos empresariales en Cardiff, Osborne consideró que "el año pasado fue el peor para el crecimiento global desde la caída financiera y este año comienza con un peligroso cóctel de nuevas amenazas desde todo el mundo".
El político opinó para la economía británica no hay misión cumplida y quien estime lo contrario "está cometiendo un grave error", pues según dijo resultan indispensables cambios perdurables.
En relación con el entorno global, señaló elementos preocupantes como la volatilidad de los mercados, el descenso en el ritmo de crecimiento económico de importantes potencias y el aumento de los conflictos geopolíticos.
"Sólo llevamos siete días del nuevo año y ya tuvimos noticias preocupantes respecto a caídas en los mercados en todo el mundo, la ralentización en China y profundos problemas en Brasil y en Rusia", comentó.
Entre los factores de riesgo incluyó también las abruptas caídas en los precios del petróleo y de otras materias primas fundamentales.
El titular del Tesoro caracterizó la situación como de suma volatilidad, con "sensación de incertidumbre en el mundo", y "los acontecimientos políticos en Oriente Medio, con Arabia Saudita e Irán, nos preocupan a todos", agregó.
Instituciones internacionales, entre ellas el Banco Mundial (BM), también predicen un 2016 con resultados poco alentadores en cuanto a la evolución del Producto Interno Bruto (PIB) a escala global, lo cual restará recursos al combate contra la pobreza.
Esta semana el BM recortó el cálculo y situó el posible aumento del PIB mundial en apenas 2,9 puntos porcentuales.
Estados Unidos y la zona euro tendrán un ejercicio económico inferior al esperado, con alzas anuales de 2,7 y 1,7 por ciento, respectivamente; es decir, una décima de punto porcentual por debajo de la anterior previsión, reportó el organismo.
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