PARÍS.- Los mercados mundiales se daban
este viernes un pequeño respiro, aliviados por la recuperación al menos
temporal de las Bolsas chinas, cuya caída desestabilizó esta semana a
todo el planeta financiero al comenzar el año.
Las Bolsas chinas
al fin levantaron cabeza: Shanghai ganó el 1,97% pero terminó la semana
con unas pérdidas globales del 10%, y Shenzhen subió el 1,05%, pero cayó
en toda la semana más del 14%.
Este respiro se produce mientras
China decidió el jueves por la noche suspender su nuevo sistema
'cortocircuito' que interrumpió las sesiones tras el derrumbe de los
índices. El mecanismo estaba destinado a frenar la volatilidad del
mercado y evitar un desplome de las cotizaciones, pero alimentó en
realidad el pánico bursátil.
Por su parte, Hong Kong ganó un 0,59%
y las bolsas europeas registraban a media sesión pequeñas alzas. Sin
embargo, los mercados no han dejado atrás los riesgos, según los
analistas.
Para la directora general del Fondo Monetario
Internacional (FMI), Christine Lagarde, los "sobresaltos" que padece la
economía china exigen "más claridad sobre las políticas seguidas" por
Pekín.
China lleva a cabo un "histórico proceso de reajuste de su
modelo de crecimiento (...) que está acompañado por sobresaltos que se
sienten en todo el mundo, y requieren más claridad (...) especialmente
en materia de tipo de cambio", afirmó Lagarde este viernes desde Yaundé.
Ese "reajuste" consiste en estimular el consumo interno, los
servicios, las nuevas tecnologías y las exportaciones de alto valor
añadido, en detrimento de la industria pesada y de las exportaciones
tradicionales, motores históricos del crecimiento en China, ahora en
serias dificultades.
Por su lado, los analistas de Crédit Mutuel-CIC, son terminantes: "La tranquilidad no podrá retornar a los mercados
financieros mientras China no desinfle la burbuja de sus mercados de
acciones".
"El abandono del sistema de 'cortocircuito' ayudará a
estabilizar el mercado, pero persistirá un sentimiento de pánico,
especialmente entre los inversores particulares" declara a su vez Li
Jingyuan, director general de Shanghai Bingsheng Asset Management, a
Bloomberg News.
Les inversores están preocupados por la
ralentización económica china, pues su PIB solamente crecerá en 2015 un
6,9% según el banco central (PBOC), su nivel más bajo en 25 años.
Todo
ello se produce además en un contexto global cada vez más incierto, con
tensiones geopolíticas, las cotizaciones del petróleo por los suelos y
las dudas sobre la reactivación económica de EEUU.
"Las
autoridades chinas han decidido cambiar totalmente su enfoque, para
intentar calmar la tormenta financiera que se inició esta semana", según
los analistas de Crédit Mutuel.
En efecto, China subió este
viernes la cotización de referencia del yuan ante el dólar, poniendo fin
a ocho días de bajas. Un yuan débil favorece las exportaciones chinas
al exterior, pero encarece las importaciones del país.
"Al
demostrar la voluntad de defender su moneda y no transferir sus
problemas al resto del mundo, China intenta enviar un mensaje
tranquilizador. Pero la caída de sus reservas cambiarias reduce el
margen de maniobra del banco central" para defender su divisa, añade
Crédit Mutuel CIC.
El jueves, México
se declaró preocupado ante el riesgo de que al depreciar el yuan, China
lance un ciclo de "devaluaciones competitivas" en el mundo con un efecto
"perverso" sobre los mercados y otras divisas, como ya ocurre con el
peso mexicano, que registra bajadas históricas, según expresó el
ministro de Hacienda mexicano, Luis Videgaray.
Otras de las
preocupaciones de la semana, al margen de las turbulencias bursátiles y
cambiarias en China, fue el petroleo, que cayó a su cotización más baja
en 12 años.
Este viernes, el barril de crudo se recuperaba algo
aunque permanecía claramente por debajo de los 35 dólares, muy lejos de
los 100 dólares/barril que lucía en junio de 2014.
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