PEKÍN.- El presidente chino,
Xi Jinping, inicia mañana su primer viaje a Oriente Medio en un momento
clave y con unos objetivos claros: tratar las tensiones entre dos de
sus principales suministradores de petróleo, Arabia Saudí e Irán, y
aprovechar las nuevas oportunidades comerciales en Teherán.
Xi realizará un viaje de seis días a la zona, desde mañana martes
al domingo, y pasará por Arabia Saudí, Egipto e Irán, por ese orden,
anunció hoy el viceministro de Asuntos Exteriores Zhang Ming, quien ya
viajó a la región para cerrar los últimos detalles de la visita del
presidente.
Se trata de la primera vez que Xi realiza una visita a la zona desde
que asumiera el poder hace tres años y, aunque lleva tiempo fraguándose,
el momento escogido para realizar la gira ha sido crucial.
Xi se reunirá con los jefes de Estado de los tres países en medio de
las peores tensiones que viven Arabia Saudí e Irán después de que Riad
ejecutara al clérigo chií Nimr al Nimr a principios de mes y cuando
Teherán puede provocar una nueva caída del precio del petróleo al tratar
de aumentar sus exportaciones tras el levantamiento de las sanciones de
Occidente.
El enfrentamiento entre dos de las mayores potencias petroleras del
mundo es incómodo para Pekín, que considera que la seguridad y la
estabilidad de la zona son de vital importancia, según destacó hoy el
viceministro Zhang en rueda de prensa, sin mencionar los intereses
comerciales chinos en la zona.
"China ya ha llevado a cabo consultas con ambos países con la
esperanza de rebajar la tensión (...) Xi intercambiará opiniones sobre
la situación y otros asuntos internacionales y bilaterales", explicó
Zhang.
La seguridad es uno de los ejes de la gira de Xi, también en términos
de terrorismo, un asunto que cada vez preocupa más al Gobierno chino.
Pekín asegura sufrir el "terror" en la agitada región noroccidental
de Xinjiang, donde ha aumentado la violencia entre chinos de etnia uigur
-de religión musulmana- y han -la mayoritaria en el país-, mientras
uigures en el exilio insisten en que esos hechos se deben a la represión
de su cultura.
En El Cairo, Xi ofrecerá un discurso en la sede de la Liga Árabe, en
el que propondrá iniciativas para el desarrollo de las relaciones
bilaterales y de la cooperación en todos los ámbitos.
Otra de las claves del viaje del presidente chino será la nueva Ruta
de la Seda, una iniciativa con la que Pekín pretende construir una red
de infraestructuras hacia Occidente, de Asia a Europa, pasando por
África.
El viceministro de Exteriores adelantó hoy que en la gira se firmarán
acuerdos en infraestructuras, energía y tecnología, si bien descartó
dar más detalles.
"Sólo puedo decir que la iniciativa de 'una franja, una ruta' (la
nueva Ruta de la Seda) es bien recibida en los países de Oriente Medio",
dijo.
Sin duda, Irán será uno de los países donde China espera anunciar
grandes acuerdos. Y es que Xi será de los primeros en llegar al nuevo
Irán, con ganas de recuperar mercado tras liberarse de las sanciones
internacionales el pasado sábado.
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