SHANGHÁI.- La OCDE urgió a poner en marcha
reformas estructurales para reactivar un débil crecimiento mundial, en
un informe presentado el viernes con motivo de la reunión de los
ministros de Finanzas del G20 en la ciudad china de Shanghái.
"Las
reformas estructurales, aunadas a medidas de apoyo a la demanda, siguen
siendo sumamente deseables para reforzar de manera duradera la
productividad y la creación de empleos", estima la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos en un informe titulado "Objetivo
crecimiento".
Para la OCDE, que la semana pasada alertó de la
caída del crecimiento mundial, "sería deseable iniciar prioritariamente
las reformas que, más allá de su efecto estimulante sobre el empleo y la
productividad, sean las más adecuadas para apoyar la actividad a corto
plazo".
El informe insta así a "los gobiernos de todo el mundo" a
"subsanar los graves fallos estructurales, que la crisis puso de
manifiesto, aunque su origen es anterior en muchos casos".
La
organización de cooperación económica insiste en ello, máxime cuando
"las perspectivas de crecimiento mundial siguen siendo débiles a corto
plazo, en un contexto de pérdida de velocidad de las economías de los
mercados emergentes, de unos intercambios mundiales en vías de
desaceleración y de atonía persistente de la inversión que frenan la
recuperación de las economías avanzadas".
Según esta organización
internacional con sede en París, no basta con aumentar "las inversiones
en infraestructuras públicas" para reactivar un crecimiento económico
mundial "degradado"
También conviene "reducir los obstáculos para
acceder a los sectores caracterizados por una amplia demanda no
satisfecha, reformar los derechos a prestaciones en los campos de la
sanidad y de las pensiones, así como reformar las políticas de vivienda y
los programas de ayuda a la búsqueda de empleo", añade.
En
Europa, la OCDE constata que el ritmo de las reformas "sigue siendo
generalmente más sostenido en los países del sur", en especial en Italia
y en España, en comparación con los países del norte del continente.
La
organización propone "una mayor sincronización de las reformas" en la
zona euro, que "contribuiría también a reducir los costos de transición
al ofrecer márgenes de maniobra más importantes a las autoridades
monetarias".
La OCDE había recortado la semana pasada por segunda
vez en tres meses su previsión de crecimiento mundial en 2016, que será
del 3%, alertando a su vez de los riesgos de la crisis financiera y de
los riesgos políticos, especialmente en Europa.
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