ROMA.- El ministro italiano
de Economía, Pier Carlo Padoan, defendió hoy la solidez de la banca del
país y afirmó que las dudas de inversores no se corresponden con la
realidad pues los créditos dudosos acumulados ascienden a 88.000
millones de euros.
"La cantidad neta en créditos dudosos que hay en Italia es de 88.000
millones de euros y no de 201.000 millones de euros. (Estos créditos)
cuentan con un nivel de garantía superior al del otros países europeos",
afirmó Padoan en una comparecencia en el Senado.
Rechazó así algunas informaciones como las referidas por las agencias
de calificación Fitch y Standard & Poor's que aseguraban en
recientes informes que la banca italiana posee 200.000 millones de euros
en créditos dudosos.
En las últimas semanas, el sector bancario italiano ha sufrido
severas pérdidas como consecuencia de la desconfianza que han mostrado
los accionistas sobre el grado de morosidad que acumulan los bancos del
país.
Esta incertidumbre se ha incrementado después de que el Banco Central
Europeo (BCE) solicitara a algunas entidades una serie de documentos
sobre los créditos de riesgo que poseen.
A raíz de esta situación, Italia y Bruselas han mantenido diversas
reuniones y han llegado a un acuerdo para la creación de un mecanismo
que ayude a reducir el volumen de créditos morosos, cuyos detalles aún
están por determinar.
"El sector bancario italiano se ha visto afectado en las últimas
semanas por la volatilidad que ha golpeado a todos los mercados", dijo
Padoan.
Agregó que "el problema de la morosidad se ha visto como el principal
responsable de la situación y todavía hay analistas, no solo yo, que
ven que las reacciones de los mercados no han sido justificadas en
relación a la situación real de los institutos crediticios italianos".
"El sistema italiano bancario es sólido", reiteró el responsable de
la economía italiana, que también se refirió a algunas de las directivas
recientemente aprobadas por la Unión Europea (UE) para garantizar
resolución de las crisis bancarias, como el llamado rescate interno o
"bail-in" de los accionistas y acreedores.
Hasta ahora, si un banco caía o se veía en dificultades eran las
autoridades del país las que debían acudir al rescate de sus
depositantes o accionistas.
Con el "bail-in" lo que se pretende es que se realice un rescate
interno del banco en dificultades mediante la implicación de los
accionistas y tenedores de bonos, que tendrían que aceptar quitas o
conversiones de bonos en acciones y capital.
A juicio de Padoan, es necesario que la implantación de este
"bail-in" se haga en una "fase transitoria en la que se aumente la
información de los ahorradores y también la vigilancia".
"El 'bail-in' se ha introducido para aumentar la estabilidad y parece
que estamos registrando un aumento de la inestabilidad", apuntó Padoan.
El ministro se mostró, así, en línea con las afirmaciones realizadas
el 30 de enero por el gobernador del Banco de Italia, Ignazio Visco, que
sostuvo que era este mecanismo el que estaba causando los derrumbes de
la banca italiana.
Finalmente, Padoan se refirió a la deuda del país para subrayar que
"está bajo control" y que el endeudamiento que presentan las arcas
estatales "es sostenible".
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