LONDRES.- El Gobierno
británico y el Ejecutivo autónomo de Escocia acordaron hoy un nuevo
marco de financiación que allana el camino para que el Parlamento
autónomo escocés asuma un mayor control sobre la fiscalidad y el sistema
de bienestar.
Tras casi doce meses de negociaciones, la ministra principal
escocesa, Nicola Sturgeon, anunció esta tarde que el pacto, cuyos
detalles se publicarán en los próximos días, "asegura que la
financiación para Escocia no se puede modificar sin la conformidad del
Gobierno" autónomo.
"Hay un acuerdo sobre la mesa que, en principio, creo que puedo
recomendar al Parlamento", avanzó Sturgeon tras mantener una
conversación telefónica con el ministro británico de Economía, George
Osborne.
"Este acuerdo no permitirá que le quiten una sola libra ni un solo
penique al presupuesto del Gobierno escocés", afirmó la ministra
principal ante la Cámara autonómica.
El primer ministro británico, David Cameron, se comprometió a
negociar el sistema de financiación de Escocia en los días previos al
referéndum sobre la independencia de la autonomía de septiembre de 2014.
Los partidarios de permanecer en el Reino Unido ganaron esa consulta con el 55 % de los votos.
Cameron afirmó esta tarde que "hoy es un gran día para la autonomía" de Escocia, que en mayo celebrará elecciones regionales.
"El acuerdo es un gran hito en el objetivo de dar poder al Parlamento
escocés y nos permitirá cumplir con nuestro compromiso de hacer de
Holyrood uno de los Parlamentos autónomos con más poderes en el mundo",
afirmó el primer ministro.
"Hemos llegado a un compromiso que es justo para Escocia y justo para
el conjunto del Reino Unido" y que va a "transformar" la política en
Edimburgo, dijo Cameron.
Una vez cerradas las negociaciones en este frente, "las elecciones
del próximo mayo podrán centrarse en los problemas que más preocupan,
como cuál debe ser el uso que el Gobierno escocés hace de esos nuevos
poderes", sostuvo el primer ministro.
Cuando se trasladen los detalles del acuerdo al Parlamento escocés,
los diputados contarán con cuatro semanas para someter el documento a
votación, antes de que la Cámara se disuelva el 23 de marzo.
El director de la Hacienda británica, Greg Hands, subrayó que el
nuevo "marco fiscal" es equilibrado tanto para Londres como para
Edimburgo.
"Este trato histórico muestra que los parlamentos británico y escocés
pueden trabajar juntos eficazmente por el interés de los contribuyentes
de todo el Reino Unido", afirmó en un comunicado.
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