CARACAS.- En Venezuela no hay dólares, pero
la economía y la vida diaria están trastocadas por el mercado negro de
la divisa, que esta semana sobrepasó los 1.000 bolívares por unidad,
casi 160 veces la tasa oficial más baja.
Satanizado por el
gobierno, el sitio dolartoday.com, referente del también llamado dólar
paralelo, situó en 1.003,23 bolívares el valor de la divisa que muchos
venezolanos siguen en una aplicación de celular y en redes sociales como
Twitter debido a que la página está bloqueada por las autoridades.
Economistas
atribuyen el dólar negro a la falta de acceso a divisas del sistema de
control de cambios adoptado por el gobierno del fallecido Hugo Chávez en
2003, que actualmente tiene tres tasas de cambio, la más baja de 6,3
bolívares por dólar, reservada para alimentos y medicinas.
"Hay
una distorsión descomunal, que no tiene parangón. Hay un grupo minúsculo
que tiene 160 veces el poder de comprar en divisas y mercancías que la
gran mayoría de 30 millones de venezolanos que sufre penurias: colas,
escasez, inflación", afirmó el economista Ángel García Banchs.
El
gobierno aplica una segunda tasa -de 13,5 bolívares- para algunas
materias primas e insumos industriales, y creó hace un año una tercera,
llamada Simadi -hoy de 200 bolívares por dólar-, permitiendo por primera
vez en 12 años transar dólares libremente, tras un proceso burocrático.
Pero
aunque lanzó el Simadi para contener el avance del dólar negro no hay
divisas para vender. La baja asignación reimpulsó la demanda del
paralelo: en febrero de 2014 se cotizaba en unos 80 bolívares y hoy un
1.150% más.
"Desmantelar el control de cambio es una necesidad
imperiosa", declaró Pedro Palma, presidente de la consultora
Ecoanalítica.
Venezuela, el país con las mayores reservas
petroleras del mundo y altamente dependiente de las importaciones de
crudo, sufre una sequía de dólares agravada por el desplome de los
precios del oro negro -fuente del 96% de sus divisas-. "Una cosa que
escasea aumenta de precios", anotó Palma.
Cambiar
dinero en el mercado negro se ha vuelto una práctica común entre un
sector de venezolanos, muchos de ellos empresarios que necesitan
importar materia prima, ciudadanos que reciben remesas, buscan dólares
para ahorrar y pagar gastos extraordinarios -como pólizas de seguro y
tratamientos médicos-, y especuladores.
La disminución en la
entrega de divisas por parte del gobierno ha hecho que muchos
empresarios recurran al dólar paralelo para poder producir -encareciendo
la vida- y generado una acumulación de deudas con proveedores
internacionales por unos 12.000 millones de dólares, lo que ha incidido
en una escasez de dos tercios de rubros básicos.
Muchos productos
de uso cotidiano toman como referencia al dólar negro y eso alimenta la
inflación que, según los últimos datos oficiales, era de 140% anualizada
a setiembre; la más alta del mundo.
A esto se suma que, ante la
escasez, muchos recurren a los "bachaqueros", contrabandistas que
adquieren productos subsidiados para venderlos luego a precios que
muchas veces calculan en dólar negro.
"Yo no tengo nadie que me dé
dólares, pero cuando oigo que aumenta pienso en que todo viene peor de
caro, porque a veces tengo que buscar el café, la harina o el aceite con
los bachaqueros", dijo Juana Suárez, empleada de una empresa de
limpieza para quien es impensable comprar una cocina que cuesta 500.000
bolívares con su sueldo de 16.000.
Maduro
considera al dólar paralelo como parte de la "guerra económica" con la
que, según él, "la derecha" busca desestabilizar al país y derrocarlo.
En
octubre pasado el Banco Central demandó en una corte federal de Estados
Unidos a dolartoday.com, que opera a través de una compañía en Delaware
(este).
"Decir que dolartoday es responsable del precio del dólar
es como decir que la fiebre es culpa del termómetro", publicó este
miércoles la página en Twitter.
El sitio fija su tasa a partir de
operaciones realizadas en casas de cambio de la ciudad colombiana
fronteriza de Cúcuta, con base en la demanda de contrabandistas de
gasolina y alimentos, altamente subsidiados en Venezuela, explicó García
Banchs.
"Esto es grave porque dos calles en Cúcuta están
afectando la dinámica comercial, de producción y distribución en
Venezuela, con una cotización que escapa al control de los venezolanos",
agregó.
Un cambista -de identidad reservada-, que tiene más de
100 clientes, ilustra la manipulación: "La demanda del dólar es baja
actualmente porque está caro, pero aun así llegó a 1.000. El mercado
negro tiene un comportamiento espasmódico, una volatilidad extrema, y
quién lo mueve es el gran misterio en la economía venezolana", expresó.
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