PEKÍN.- El Banco Central de China anunció
el viernes que elevará el coeficiente de reservas obligatorias de
algunos establecimientos financieros, en un endurecimiento inesperado de
su política monetaria, aunque negó que la medida pretenda contener la
fuerte expansión del crédito.
El Banco del Pueblo de China (PBOC,
banco central) explicó en un comunicado que "algunos bancos ya no
responden a los criterios exigidos para beneficiarse de los coeficientes
preferenciales de reservas obligatorias".
Esas instituciones se
verán obligadas a aumentar sus encajes (porcentaje de recursos en
reservas líquidas que deben mantener congelados), a fin de limitar su
capacidad crediticia.
Pero "la gran mayoría de los bancos" no se verán afectados por esas disposiciones, precisó el PBOC.
La
agencia Bloomberg había asegurado poco antes que el endurecimiento
afectaría principalmente a bancos regionales y locales, acusados de
haber incrementado en los últimos tiempos de forma espectacular sus
préstamos, con riesgo de acumular deudas incobrables.
La
iniciativa podría marcar una inflexión de prudencia en la política del
banco central, que hasta ahora no escatimaba esfuerzos para
contrarrestar la desaceleración de la segunda economía mundial.
Desde
fines de 2014 el banco central chino recortó en seis ocasiones su tasa
de referencia, para alentar el crédito, y redujo en varias ocasiones los
encajes de los bancos, para alentarlos a conceder más préstamos a
condición de que se destinen a empresas pequeñas y a explotaciones
rurales.
Pero esa flexibilidad extrema provocó una expansión preocupante de los préstamos, en número y en volumen.
El
monto de los créditos otorgados por los bancos chinos en enero se
cuadruplicó respecto a diciembre, totalizando 2,5 billones de yuanes
(385.000 millones de dólares).
El crecimiento se debió sobre todo a
los establecimientos provinciales, tentados por las tomas de riesgos
para enfrentar la dura competencia en el sector financiero.
La
avalancha de créditos agrava el endeudamiento colosal de los gobiernos
locales y de las empresas chinas, en momentos en que la ralentización de
la economía aumenta los riesgos de cese de pagos.
El PBOC aseguró
no obstante, en contradicción con Bloomberg, que esas alzas del
coeficiente de reservas obligatorias "no tienen nada que ver con el
fuerte aumento de los préstamos bancarios ni con el sistema de
supervisión macroprudencial".
Así y todo, el endurecimiento
selectivo de la política crediticia "refuerza la idea de que el gobierno
no tiene ninguna intención de reiterar el plan de reactivación masiva
adoptado en 2009-2010", en plena crisis global, afirmó Tim Condon,
analista de ING, citado por Bloomberg.
Ese plan llevó a las autoridades del país comunista a inyectar centenas de miles de millones de dólares en la economía.
A muchas empresas que viven bajo perfusión de préstamos constantes "no les resultará fácil sobrevivir", advirtió Condon.
Numerosas
empresas mineras y siderúrgicas, afectadas por un exceso de capacidad
productiva y de debilidad de la demanda, han dejado de ser rentables
desde hace ya un buen tiempo y solo se mantienen en pie gracias a
créditos bancarios y a subsidios públicos.
Pero las autoridades
chinas prometieron ajustes industriales severos, en el marco que busca
equilibrar el tradicional modelo económico -basado en las inversiones y
las exportaciones- con el desarrollo de los servicios, las nuevas
tecnologías y el consumo interno.
El aumento de los encajes
bancarios podría proponer además frenar la devaluación del yuan
provocada por la fuga masiva de capitales.
Mantener una política
monetaria "demasiado acomodaticia" podría en cambio reforzar las
presiones a la baja sobre la moneda china, estimó el viernes en una
conferencia de prensa en Pekín el vicegobernador del banco central
chino, Yi Gang.
Pero el ritmo de crecimiento de la economía china,
en sus mínimos en un cuarto de siglo, sigue desacelerándose, y por eso
muchos analistas piensan que el banco central se verá obligado a volver a
recortar este año su tasa de interés
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