jueves, 25 de febrero de 2016

El Tesoro de EE.UU. advierte del peligro de una nueva década perdida para Puerto Rico

SAN JUAN.- El Tesoro de EE.UU. advirtió hoy de que Puerto Rico está a punto de adentrarse en una nueva "década perdida, más dañina aún" que la que acaba de cumplir en recesión y que ha dejado a la isla sumida en una crisis humanitaria.

"Ya se observan signos de una crisis humana: El 2,5 % de la población se va cada año y los hospitales están teniendo que cerrar", dijo hoy Antonio Weiss, asesor del secretario del Tesoro, Jack Lew, quien aseguró que "en Puerto Rico existe miedo al futuro".
Durante su intervención en una vista del Comité de Recursos Naturales de la Cámara federal de Representantes, Weiss explicó que la gente tiene miedo porque "nadie sabe de dónde va a salir el dinero para pagar" los servicios públicos en un territorio cuya economía ha caído entre 2006 y 2014 un 13 %, el mismo porcentaje en que se ha reducido el empleo desde diciembre de 2007.
"Las empresas extranjeras no van a invertir allí hasta que se estabilice la economía", explicó Weiss, quien argumentó que la incertidumbre es el mayor enemigo de la inversión y reconoció la "profunda preocupación" del Tesoro respecto a la capacidad de la isla de atraer capital exterior pese a sus impresionantes ventajas fiscales.
"Nadie invierte en una economía que está en caída libre", resumió, tras recordar que la isla ya ha incurrido en varios impagos de deuda.
Por todo ello, urgió a los legisladores estadounidenses a que aprueben con la máxima urgencia una doble solución para que Puerto Rico pueda evitar una cascada de impagos y un cierre de Gobierno que empeore aún las cosas.
"El Gobierno sigue operativo sólo porque el gobernador ha autorizado más de mil millones de dólares en iniciativas de liquidez onerosas e insostenibles", aseguró, tras llamar reiteradamente la atención sobre el drama que supone perder el 2,5 % de la población en un año, tal y como ocurrió en 2015.
En ese sentido, dijo que quienes emigran (el 10 % de la población en los 10 últimos años) son gente joven, en edad laboral, que "vienen al territorio continental con sus hijos y encuentran que aquí sí hay opciones laborales", no como en la isla, donde "no hay trabajo disponible".
Mientras, quienes se quedan son una población "envejeciente", donde el 57 % de los niños viven en la pobreza, "hay sensación de miedo" y "el Gobierno simplemente no puede pagar" sus facturas.
"A este ritmo en otros diez años no habrá una base (poblacional) para sustentar la recaudación fiscal", advirtió respecto al peligro de encadenar "otra década perdida".
La solución que propone el Tesoro trata, según explicó, de por una parte coordinar una reestructuración de los más de 70.000 millones de dólares de deuda que acumula la isla y que absorben el 35 % de los ingresos del Gobierno.
Según explicó, sería cuestión de renegociar toda la deuda, cuya estructura es "enormemente compleja" porque hay muchos emisores y muchos tipos de bonos, y de que participaran todos los acreedores, a los que se le concedería un periodo de negociación voluntaria.
"En cualquier escenario realista se entiende que la deuda de 70.000 millones no es sostenible", argumentó. Además, adelantó que "no queremos poner en peligro los pagos que se deben hacer a los pensionistas".
Al mismo tiempo, el Tesoro propone el establecimiento de una junta independiente de supervisión que vele por la aplicación de las reformas que el Gobierno local identifique como necesarias.
"En Puerto Rico existe un enorme historial de exceso en los compromisos y escasez de ejecución", dijo para justificar la necesidad de esa junta, a la que se opone el liderazgo político de la isla por considerarla desde humillante hasta colonialista.
El exgobernador de Puerto Rico, Aníbal Acevedo Vilá, que se encuentra en Washington siguiendo las vistas dijo hoy en una entrevista radiofónica que la citada junta "no resuelve nada, además de que es indigna" y "quita poderes democráticos".
Igualmente, el candidato a la gobernación por el gobernante Partido Popular Democrático (PPD), David Bernier, expresó su disposición a combatir la imposición de esta junta e insistió en la necesidad de establecer moratorias en el pago de la deuda.
El representante de Puerto Rico en Washington y líder de la oposición en la isla, Pedro Pierluisi, reclamó durante su intervención en la vista que la citada junta no limite aún más las competencias del Gobierno local y aventuró que "si los funcionarios públicos en Puerto Rico actúan con disciplina, la junta podrá ser disuelta en poco tiempo".
"El pueblo de Puerto Rico reconoce los beneficios potenciales de esa junta, y es la gente trabajadora en la isla, no los políticos, los que importan más", defendió.
"El tiempo para actuar ya ha pasado", afirmó Weiss por su parte para tratar de imprimir urgencia a un proceso que lleva meses discutiéndose en Washington y que, en su opinión, no pasa por la inclusión de Puerto Rico en la Ley federal de Quiebras.
La Cámara de Representantes aspira a aprobar en marzo un proyecto que ayude a aliviar la crisis.
"El Capítulo 9 (de la Ley de Quiebras) no es la solución", defendió para contradecir así tanto al Gobierno de Puerto Rico como al principal partido de la oposición, que llevan meses reclamando esta inclusión.

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