PEKÍN.- El secretario del
Tesoro de EE.UU., Jacob Lew, urgió hoy a China a mejorar su comunicación
con los mercados y a aumentar el peso de los mismos a la hora de
determinar el tipo de cambio del yuan, en un encuentro en Pekín con el
viceprimer ministro chino, Wang Yang.
Tras asistir a la reunión de ministros de Finanzas y gobernadores de
bancos centrales del G-20 celebrada entre el viernes y el sábado en
Shanghái, Lew mantuvo un encuentro con Wang en Diaoyutai, la residencia
de los líderes chinos ubicada en la capital del país, según un
comunicado de prensa del Departamento del Tesoro.
Durante su encuentro, Lew valoró los esfuerzos del Ejecutivo chino
para llevar a cabo la transición económica, a través de políticas
fiscales y medidas para reducir el exceso de capacidad de la industria,
si bien esperó ver la continuación de reformas en el sector financiero
que refuercen la estabilidad en este ámbito.
"También es crucial -añadió- que China continúe aumentando el peso
del mercado a la hora de determinar su tipo de cambio y que aumente la
transparencia de sus políticas relativas al mismo de manera ordenada, y
comunique claramente sus acciones al mercado".
El secretario del Tesoro destacó la importancia de la relación entre
EE.UU. y China en un momento en el que la economía global se enfrenta a
múltiples desafíos y mostró su disposición a trabajar con Wang este año
ante el Diálogo Estratégico China-EE.UU. y el G20 que organiza Pekín.
Lew aprovechó, además, para trasladar su felicitación a China por la
organización de los encuentros del G-20 estos días y consideró que se
llegó a un "importante acuerdo" para, a través de todas las herramientas
políticas, impulsar la demanda global, consultar las políticas de tipo
de cambio y abstenerse de una devaluación competitiva.
Los ministros de Finanzas del G-20 se comprometieron el sábado a
impulsar un crecimiento económico que permita dejar atrás la crisis
financiera internacional con una base más allá de los estímulos
monetarios.
La declaración publicada al cierre de su encuentro en Shanghái
constató los crecientes riesgos que debilitan la recuperación económica
mundial y la voluntad del grupo de las economías desarrolladas y
emergentes por atajarlos, aunque eludió dar recetas claras sobre cómo se
va a llevar a cabo.
La posible salida del Reino Unido de la Unión Europea (el llamado
"Brexit") y la masiva llegada de refugiados a Europa se suman por
primera vez a una lista de amenazas que incluye la caída de los precios
de las materias primas, la volatilidad en los flujos de capitales y los
mercados y el auge de las tensiones geopolíticas.
Para superar ese sombrío panorama, el G-20 enfatizó en el documento
final de la reunión la necesidad de usar "todas las herramientas"
monetarias, fiscales y estructurales "individual y colectivamente".
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