ATENAS.- Cerca de 7.000 refugiados se encuentran hoy atrapados en el puesto
de Idomeni, en el lado griego de la frontera con Macedonia, debido
principalmente a las trabas impuestas por las autoridades de ese país.
Desde hace días son habituales por parte Macedonia demoras en las
gestiones para permitir el paso a los desplazados y cierres
intermitentes de su frontera, a lo cual se vino a sumar desde ayer la
huelga de 48 horas que siguen en Grecia los marineros y que impide el
transporte de los refugiados desde las islas al continente.
La situación es preocupante pues el albergue de acogida habilitado por las autoridades solo puede acoger a unas 2.500 personas, mientras que el resto deben permanecer a la intemperie junto a una gasolinera que hay en las inmediaciones.
De acuerdo con los datos policiales, durante las últimas 24 horas solo 1.600 personas pudieron cruzar la frontera para continuar su éxodo hacia el norte de Europa.
El gobierno de Atenas trata de cerrar sus compromisos con la Unión Europea en materia de refugiados y, para ello, hoy autorizó un crédito de 9,3 millones de euros destinados al establecimiento de centros de recepción y registro para los desplazados en cinco islas del mar Egeo oriental.
Su intención es que estén operativos el 15 de febrero, pero en tanto llegue el ejecutivo recordó que solo se llevó a la práctica "el 0,17 por ciento del programa de reasentamiento en otros países europeos", mientras que en Europa central "se está tratando de desarrollar otra política, en una dirección de extrema derecha".
En el comunicado gubernamental se insistió en que "ni los flujos de refugiados se pueden paralizar, ni los refugiados pueden ser tratados con vallas, fronteras cerradas y campamentos".
La situación es preocupante pues el albergue de acogida habilitado por las autoridades solo puede acoger a unas 2.500 personas, mientras que el resto deben permanecer a la intemperie junto a una gasolinera que hay en las inmediaciones.
De acuerdo con los datos policiales, durante las últimas 24 horas solo 1.600 personas pudieron cruzar la frontera para continuar su éxodo hacia el norte de Europa.
El gobierno de Atenas trata de cerrar sus compromisos con la Unión Europea en materia de refugiados y, para ello, hoy autorizó un crédito de 9,3 millones de euros destinados al establecimiento de centros de recepción y registro para los desplazados en cinco islas del mar Egeo oriental.
Su intención es que estén operativos el 15 de febrero, pero en tanto llegue el ejecutivo recordó que solo se llevó a la práctica "el 0,17 por ciento del programa de reasentamiento en otros países europeos", mientras que en Europa central "se está tratando de desarrollar otra política, en una dirección de extrema derecha".
En el comunicado gubernamental se insistió en que "ni los flujos de refugiados se pueden paralizar, ni los refugiados pueden ser tratados con vallas, fronteras cerradas y campamentos".
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